El presidente argentino, Javier Milei, clausuró un encuentro de movimientos ultraderechistas latinoamericanos en Brasil con un discurso teórico sobre los males del socialismo. Aunque no mencionó al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, su cercanía con el expresidente Jair Bolsonaro fue evidente.
Las expectativas de una posible crisis diplomática entre Argentina y Brasil se desvanecieron, ya que Milei se abstuvo de hacer comentarios o actos que pudieran amenazar las relaciones entre ambos países durante su visita a Balneario Camboriú.
En su discurso, Milei hizo alusiones a la política interna argentina y al rechazo de la oposición a sus proyectos de ley para modificar el Estado y la economía. Se quejó del boicot a sus iniciativas, de las huelgas convocadas para paralizar el país y de las manifestaciones violentas frente al Congreso.
El presidente argentino destacó las reformas que ha logrado aprobar en el Congreso para transformar el Estado, la economía y la legislación laboral, afirmando que son las mayores en la historia de Argentina y cinco veces superiores a las impulsadas por el expresidente Carlos Menem.
Milei expresó su confianza en que su lucha contra la inflación y un sistema económico regulado sacará a los argentinos de la miseria, a pesar de la oposición socialista. Además, señaló que su ideario libertario puede ser aplicable en otros países latinoamericanos que han sido afectados por el socialismo.
La conferencia de derechistas contó con la participación de cerca de 3.500 personas, incluyendo líderes de la ultraderecha en países como Chile (José Antonio Kast) y México (Eduardo Verástegui).
Fuente EFE.