Las investigaciones sobre la toma militar ocurrida el 26 de junio en Bolivia han revelado hasta el momento la implicación de 24 personas y se han ampliado para incluir tres delitos adicionales además de alzamiento armado y terrorismo, según informó la Procuraduría General del Estado (PGE).
La PGE emitió un comunicado de prensa en el que señala que, hasta ahora, se han presentado seis imputaciones formales, lo que ha llevado a la imposición de medidas cautelares personales contra las 24 personas investigadas. Entre los implicados se encuentran el destituido comandante del Ejército Juan José Zúñiga, otros exjefes militares y el supuesto «ideólogo» del alzamiento, Aníbal Aguilar, quien era asesor del Ministerio de Defensa.
Ampliación de los delitos investigados
Además de los delitos de alzamiento armado y terrorismo, se han añadido cargos por «atentados contra la seguridad del presidente y otros dignatarios de Estado», «destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional» y «uso indebido de bienes y servicios públicos». La Procuraduría destaca que este caso enviará un mensaje en contra de la impunidad y la repetición de delitos graves que atentan contra la soberanía popular y la seguridad interna del país.
Revocación de la detención domiciliaria de Aníbal Aguilar
En una decisión reciente, la Justicia revocó la detención domiciliaria de Aníbal Aguilar, de 71 años, y lo envió con detención preventiva por cinco meses a la cárcel de San Pedro en La Paz.
El intento de golpe de Estado y sus consecuencias
La semana pasada, militares liderados por el destituido comandante del Ejército tomaron la sede presidencial de La Paz durante unas horas, lo que el Gobierno de Luis Arce calificó como un «intento de golpe de Estado». Tras la destitución del alto mando militar, Zúñiga y las tropas se retiraron, y el excomandante fue detenido y ahora se encuentra en prisión preventiva en el centro del país.
En medio de su detención, Zúñiga acusó a Arce de haber ordenado la acción militar para «aumentar su popularidad». La oposición en Bolivia ha afirmado que la operación de Zúñiga y la confrontación con Arce fueron un «montaje» y un «autogolpe» para mejorar la popularidad del Gobierno, una opinión compartida por el exmandatario y líder del oficialismo Evo Morales (2006-2019), quien se encuentra distanciado del presidente.
Declaraciones del presidente Arce
En una entrevista con EFE, Arce aseguró que nunca tuvo una relación cercana con Zúñiga y que alguien le hizo creer al exjefe militar que «podía ser presidente».
Esta investigación continúa y se espera que se haga justicia en relación con los delitos cometidos durante la toma militar en Bolivia, enviando un mensaje claro de que la impunidad no será tolerada y que se protegerá la soberanía y la seguridad del país.