Expertos en temas militares han calificado como un «autogolpe» el intento de golpe militar liderado por el destituido comandante Juan José Zúñiga en Bolivia. La operación táctica improvisada tuvo lugar el miércoles en la sede del Gobierno boliviano, generando temor en la población.
Según Samuel Montaño, especialista en Fuerzas Armadas y Seguridad, la acción no puede ser considerada un golpe, ya que las autoridades no fueron detenidas. Sin embargo, el analista Jorge Santistevan señaló que la operación de Zúñiga fue altamente improvisada. Tanques y militares armados irrumpieron en el Palacio Quemado bajo su mando, lo que generó preocupación entre los ciudadanos.
Montaño cuestionó la presencia de Zúñiga dentro de una tanqueta sin llevar a cabo el supuesto golpe. Además, destacó que para ejecutar un golpe de Estado se requiere planificación logística y coordinación entre las fuerzas militares. Santistevan criticó la falta de principios fundamentales en la conducción militar de Zúñiga y la ausencia de otras ramas militares en la operación.
Detenciones y justificaciones
Después de salir del Palacio, Zúñiga fue capturado y mencionó retrasos en unidades clave para concretar el golpe. Montaño desestimó esta justificación al señalar que había recursos disponibles en La Paz para llevar a cabo la acción. Otros 16 militares fueron detenidos por su presunta participación en el intento de golpe denunciado por el Presidente Arce.
Opiniones divididas y falta de coordinación
Grupos afines a Evo Morales consideraron el incidente como un «autogolpe», mientras que el diputado José Huanca respaldó al Presidente Arce ante estas afirmaciones. Huanca destacó la valentía del Presidente frente a lo que calificó como un intento de golpe de Estado.
En declaraciones posteriores, se reveló que las fuerzas aéreas y navales no participaron en la operación liderada por Zúñiga, lo cual refuerza las críticas sobre la falta de coordinación y planificación adecuada para llevar a cabo un golpe efectivo.
Fuente: EFE