Centenares de policías y activistas se unieron en una marcha el viernes 10 de mayo en la ciudad de La Paz para alzar la voz contra el maltrato animal. Durante la manifestación, perros de distintas razas y tamaños, incluyendo una tropa de agentes caninos y cachorros recién reclutados, acompañaron a los participantes.
La marcha fue convocada por organizaciones animalistas y la Policía Boliviana, a través de la unidad de la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma). El director nacional de Pofoma, el coronel Raúl Rodríguez, explicó que el objetivo de la actividad fue erradicar la violencia, el maltrato, la crueldad y el biocidio contra los animales.
Animales tienen derechos
Rodríguez destacó la importancia de reconocer los derechos de los animales, ya que son seres vivos que merecen respeto. Hizo hincapié en que los animales domésticos y silvestres no tienen voz, pero sí tienen derechos que deben ser protegidos.
Prohibición de tener animales silvestres como mascotas
El director de Pofoma recordó que está completamente prohibido tener animales silvestres como mascotas según la normativa vigente. La Policía Boliviana cuenta con los instrumentos legales para aprehender a quienes infrinjan esta prohibición y remitirlos a la Justicia para evitar el tráfico de animales.
Ley 700 para la defensa de los animales
Rodríguez mencionó que Bolivia cuenta con la Ley 700, vigente desde 2015, que defiende a los animales contra actos de crueldad y maltrato. Esta ley incluye la figura penal del biocidio, que castiga el asesinato de un animal con penas de 2 a 5 años de cárcel.
Atención a casos de maltrato animal
Según Rodríguez, en 2023 Pofoma atendió alrededor de 1.400 casos de maltrato animal, y en lo que va de este año ya son 600. Destacó que 11 personas han sido sentenciadas a penas de entre 3 y 7 años de cárcel por estos delitos, y actualmente se encuentran en investigación unos 70 casos.
Una marcha con perros protagonistas
La marcha recorrió las principales calles del centro histórico de La Paz, liderada por una tropa de agentes caninos, la mayoría de ellos antidrogas, que iban uniformados con chalecos. Los perros también fueron protagonistas, especialmente los nuevos reclutas, unos cachorros de pastores alemanes y belgas que iban en brazos de los agentes humanos.
Entre los perros «civiles» que participaron se encontraban Oslo, un cachorro de chow chow que llevaba un pañuelo rojo en el cuello, y Tony, un enorme San Bernardo que llamó la atención del público. Además, se sumaron grupos de perros de diferentes razas, como salchichas, pequinés y cocker spaniel, así como unidades policiales, como los bomberos, que llevaron carros «disfrazados» con hocicos y orejas.
La marcha contó también con la presencia de Paquito, la mascota de la Policía Boliviana, y un grupo de policías uniformados con gorras que tenían orejas de perro y maquillaje de hocicos y bigotes en el rostro, quienes animaron la marcha con coreografías coordinadas.
