Costa Rica ha cerrado oficialmente sus dos zoológicos estatales y ha trasladado a los animales a un centro de rescate, con el objetivo de promover la conservación de las especies silvestres en su entorno natural, lejos de la cautividad y la exhibición.
Según el viceministro de Gestión Estratégica del Ministerio de Ambiente y Energía, Carlos Isaac Pérez, esta decisión se tomó hace dos años para cumplir con las regulaciones nacionales y los acuerdos internacionales. El cierre de los zoológicos busca garantizar que los animales vivan en las mejores condiciones posibles y se preocupa por hacer de la conservación una realidad.
El zoológico Simón Bolívar, ubicado en San José, albergaba a la mayoría de los cerca de 250 animales que han sido capturados y trasladados al centro de rescate Vida Silvestre Tropical, en la provincia de Alajuela. Allí pasarán por una cuarentena y serán sometidos a exámenes exhaustivos para evaluar su estado de salud.
Las especies que habitaban en el zoológico, como monos, jaguares, aves, tortugas, cocodrilos y serpientes, entre otras, serán reubicadas en centros de rescate. La mayoría de estos animales no pueden regresar a su hábitat natural debido a su prolongado tiempo en cautiverio.
Además del zoológico Simón Bolívar, también se cerró el Centro de Conservación Santa Ana, ubicado en las afueras de San José. Los terrenos de ambos zoológicos, propiedad del Ministerio de Ambiente y Energía, serán convertidos en parques urbanos, jardines botánicos o bosques.
Un hito histórico para la vida silvestre en Costa Rica
El cierre de los zoológicos estatales en Costa Rica ha sido considerado un acto histórico. El país se convierte en el primero en el mundo en no tener zoológicos estatales, lo que representa una verdadera celebración para la vida silvestre en libertad.
El director de la Asociación para el Bienestar y Amparo de los Animales, Juan Carlos Peralta, destacó que este logro es el resultado de 30 años de lucha. Los animales que salieron de los zoológicos serán ubicados en «santuarios» de vida silvestre, donde podrán vivir en condiciones similares a su hábitat natural y no en «encierros de cemento» como los zoológicos.
Compromiso con la conservación de la fauna silvestre
El Ministerio de Ambiente y Energía se compromete a supervisar los sitios privados que manejan animales con los respectivos permisos, para asegurar que contribuyan a la conservación de las especies y promuevan la comprensión de los procesos ecológicos en la sociedad.
En Costa Rica, el tráfico, comercio y tenencia en cautiverio de fauna silvestre es ilegal y está penado con hasta tres años de cárcel. El país es reconocido internacionalmente por sus políticas ambientales y este cierre de zoológicos estatales refuerza su compromiso con la protección de la vida silvestre.