Los insectos terrestres más comunes, como los escarabajos, las polillas y los saltamontes, son esenciales para la biodiversidad. Sin embargo, según una investigación publicada en Nature, están desapareciendo rápidamente.
La investigación desafía la idea de que la disminución de la biodiversidad de insectos se debe a la desaparición de especies menos comunes. Además, se suma a las señales de alarma sobre la pérdida drástica de insectos en todo el mundo.
Análisis realizado por expertos
Roel van Klink, científico del Centre for Integrative Biodiversity Research (idiv) Halle-Jena-Leipzig (iDiv) de Alemania y autor principal del estudio, explica que era necesario estudiar esta cuestión para comprender cómo afecta a la diversidad general de insectos.
Datos recopilados durante décadas
El equipo liderado por Van Klink elaboró una base de datos utilizando información recolectada durante periodos que abarcaban desde 9 hasta 64 años en 106 estudios diferentes. Estas investigaciones proporcionaron valiosas conclusiones sobre el descenso en la abundancia total de insectos estudiados.
Especies más comunes en mayor peligro
El análisis reveló que las especies más abundantes al principio sufren un descenso más acusado del 8% anual, mientras que las especies más raras decrecen en menor medida. Esto tiene un impacto significativo en la diversidad de los ecosistemas y las redes tróficas.
Pérdida de especies dominantes
El estudio advierte que las pérdidas de especies anteriormente dominantes no se compensan con el aumento de otras especies, lo que afecta a toda la cadena trófica y a todos los ecosistemas. Las especies comunes son fundamentales para el funcionamiento general del ecosistema.
Especies menos abundantes también en riesgo
Además de las especies comunes, las menos abundantes y raras también sufren pérdidas, lo que provoca descensos en el número de especies locales. Se observa una modesta disminución del número total de especies anualmente.
Invasoras como reemplazo
Las invasoras son las ganadoras en este escenario, ya que logran establecerse con éxito y reemplazar a otros insectos antes raros pero ahora muy abundantes. Un ejemplo es el escarabajo asiático invasor presente en Europa, América y Sudáfrica.
Causas subyacentes y llamado a la acción
Aunque se requiere más investigación para determinar las causas exactas de estas tendencias, se cree que el cambio climático y la urbanización son los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad. Los humanos deben tomar conciencia del impacto negativo sobre los insectos y actuar para protegerlos.
Tendencias regionales y llamado a la reflexión
Es importante tener en cuenta que los resultados del estudio se basan en datos de insectos en Europa y Norteamérica, por lo que no deben interpretarse como un fenómeno global. Sin embargo, estos patrones nos permiten comprender mejor el impacto real de las actividades humanas sobre los insectos.
Fuente: EFE