Este mes los amantes de la astronomía podrán disfrutar de un fenómeno celestial muy esperado: la lluvia de meteoros Leónidas. Este evento astronómico ocurre cada 33 años y se puede observar sin necesidad de utilizar equipos especializados.
Las Leónidas reciben su nombre debido a que provienen de la constelación Leo y su actividad es constante, aunque se intensifica cada 33 años. Uno de los eventos más destacados ocurrió en 1833, cuando el cielo se iluminó con cientos de estrellas consecutivamente.
Momento ideal para observarlas
Según el Observatorio Nacional de Astronomía, los observadores podrán dirigir su atención hacia esta particular lluvia después de la medianoche, en el horizonte este. El fenómeno ya es visible desde esta semana y podrá apreciarse durante varios días.
Máximo esplendor alrededor del 17 de noviembre
Rubén Muñoz, técnico investigador del Planetario Max Schreier de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), explicó que las Leónidas alcanzarán su máximo esplendor alrededor del 17 de noviembre. Sin embargo, durante todo el mes será posible observarlas.
Tips para presenciar el espectáculo celeste
Para poder presenciar este espectáculo celeste, es recomendable buscar espacios con poca luz artificial y cielos despejados. Se sugiere tomar intervalos regulares para mirar al cielo durante al menos 30 minutos y así apreciar los meteoros cayendo. Las Leónidas están asociadas al cometa Tempel-Tuttle, que alcanzó su punto más cercano al Sol en 1998.
No se necesita equipo adicional
Muñoz enfatizó que no se necesita ningún equipo adicional para disfrutar del avistamiento: «Lo bueno de ver lluvias de meteoros es que uno no necesita nada más que sus ojos; no se necesita un telescopio porque no se podría apuntar a un meteoro en movimiento, más bien se ve en amplio campo, en todo el campo de visión hacia el cielo».
Una oportunidad única este mes
En resumen, este mes de noviembre ofrece la oportunidad única de presenciar las Leónidas, una lluvia de meteoros que ocurre cada 33 años. Los observadores podrán disfrutar del espectáculo astronómico sin necesidad de equipos especializados y solo con sus propios ojos.
