Bolivia

Preocupación por trámites burocráticos y reducción de capacidades tras cierre de alerta sanitaria

Sistema de salud frágil / Ministerio de Salud y Deporte
Tras tres años, finaliza la emergencia sanitaria por el Covid-19 en el país, pero los médicos advierten sobre las consecuencias negativas. La crisis hospitalaria podría profundizarse y las Unidades de Terapia Intensiva enfrentan una reducción en su capacidad.

Tras tres años, finaliza la emergencia sanitaria por el Covid-19 en el país, dejando un sistema de salud frágil. Los médicos denuncian que esta medida profundizará la crisis hospitalaria, ya que no se podrán realizar compras ni contratar personal de manera urgente.

Preocupación por trámites burocráticos

El presidente de la Sociedad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de La Paz, Patricio Molina, ha expresado su preocupación debido a que los trámites burocráticos para adquirir insumos y medicamentos, así como para contratar personal, volverán a ser necesarios.

“Lo que han informado es que se va a liberar el uso del barbijo y que todo está volviendo a la normalidad, pero la realidad es otra. Lo que está pasando con el cierre de la alerta sanitaria es la imposibilidad de que las gobernaciones, los municipios y la seguridad social puedan utilizar recursos extraordinarios para contratar personal, comprar equipos e insumos”, advirtió.

Reducción en capacidad UTI tras fin de contratos

La mayor preocupación recae en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI), las cuales fueron fortalecidas durante la crisis sanitaria, pero ahora enfrentan una reducción en su capacidad debido al fin de los contratos del personal este lunes. Estas unidades están más desprotegidas y han vuelto a sus niveles previos a la pandemia.

Según Molina, antes del Covid-19 el país contaba con 1.100 camas UTI; durante la pandemia se llegó a tener 3.000 camas disponibles, pero ahora nuevamente se ha reducido a 1.100 camas.

Incumplimiento de normas internacionales

Además, señala que Bolivia está lejos de cumplir con las normas internacionales que establecen destinar el 10% de las camas hospitalarias para pacientes graves que requieren terapia intensiva, así como un médico intensivista por cada seis pacientes.

El presidente del Colegio Médico Departamental, Wilfredo Anzoátegui, también critica esta medida y afirma que las adquisiciones se volverán más burocráticas, generando mayores problemas. Además, destaca la importancia de seguir utilizando el barbijo debido a la epidemia de coqueluche, que también se transmite a través de las gotitas de saliva al hablar, toser o estornudar.

Desmantelamiento hospitales en Santa Cruz

“El Ministerio de Salud está desmantelando los hospitales de tercer nivel de Santa Cruz para cubrir las necesidades del hospital de Montero”, reclamó Anzoátegui.

Ante esta situación, Anzoátegui considera necesario convocar a un Comité de Emergencia Departamental (COED) con la participación de todas las instituciones y sectores para proteger a la población y exigir el carnet de vacunación a los niños.

Retiro abrupto de personal contratado

Edwin Figueroa, secretario general del Sirmes del hospital San Juan de Dios, denuncia que el personal contratado durante la emergencia del Covid-19 ha sido retirado abruptamente sin tener en cuenta las necesidades actuales.

Aciertos y errores en gestión

En cuanto al balance sobre los aciertos y errores en la gestión durante la pandemia, Molina recuerda que al principio no había suficientes unidades de terapia intensiva y considera que las autoridades actuaron tarde ante los primeros fallecimientos. También menciona errores en las compras realizadas, como sucedió con los respiradores.

Cabe destacar que la ministra de Salud, María Renée Castro, ha informado que la Alerta Epidemiológica Nacional, vigente desde el 1 de agosto, establece 14 recomendaciones para evitar la propagación del Covid-19 e influenza. Entre ellas se encuentra la aplicación obligatoria de medidas de bioseguridad en los establecimientos de salud y en las unidades educativas.


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