La Universidad Mayor de San Simón (UMSS) fue escenario de un enfrentamiento entre estudiantes que terminó con la toma de las instalaciones de la Federación Universitaria Local (FUL), tras una asamblea realizada por estudiantes autodenominados de base, quienes denunciaron un “desfalco económico”. Ante el grado de violencia y el llamado de las autoridades, efectivos de la Policía ingresaron a la casa superior de estudios en horas recientes para restablecer el orden.
“Afortunadamente, el reporte que tengo es que no ha habido heridos, sí destrozos y daños materiales”, informó al respecto, el comandante departamental de la Policía, coronel Erick Holguín.
Los destrozos y altercados ocurrieron después de una asamblea realizada por estudiantes de base, quienes denunciaron un “desfalco económico” de la FUL. El sector movilizado aseguró que la dirigencia estudiantil adeuda 200 mil bolivianos.
Vidrios y puertas rotas, documentación por los suelos, cámaras de vigilancia destrozadas e incluso el presunto robo de televisores y muebles que existían en las oficinas de la FUL son algunas de las consecuencias que dejó este conflicto universitario, según reportó Opinión.
FUL RESPONDE
A través de un comunicado oficial, la actual dirigencia de la FUL informó que las acusaciones de desfalco económico son emitidas sin tener pruebas; y denominó a la asamblea de hoy como ilegal.
De igual manera, aseguraron que la FUL y los centros de estudiantes, tienen todo el deber de desembolsar recursos económicos para festejar el 21 de septiembre día del estudiante (dinero del mismo estudiante que cancela en su matrícula el aporte gremial) y al finalizar la gestión como de costumbre se hará informe económico como dice el estatuto de la FUL, señaló el comunicado.
ELECCIONES EN 20 DÍAS
En respuesta, el sector movilizado de estudiantes posesionó a una nueva dirigencia transitoria, la cual debe realizar nuevas elecciones de la FUL en 20 días. La medida es acompañada de una vigilia permanente y una huelga de hambre para expulsar a la dirigencia anterior.
Tras restablecer el orden, efectivos de la Policía cercaron la zona universitaria a fin de responder a cualquier llamado de auxilio de la población y de las autoridades.