Un individuo fue aprehendido este jueves en Argentina, por apuntar con un arma de fuego a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner cuando llegaba a su casa en Buenos Aires, informó el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
La imagen del sujeto que apunta a la cabeza de Kirchner cuando ésta baja del automóvil que la llevó a su residencia, fue reproducida por varios canales de Televisión argentina.
Minutos después, Fernández, informó sobre la aprehensión del sujeto que la apuntó cuando la Presidente del Senado regresaba a su domicilio en el barrio de Recoleta.
“Ahora tiene que ser analizada la situación por nuestra gente de la policía Científica como para evaluar las huellas y la capacidad y la disposición que tenía esta persona”, dijo el ministro.
El hombre, que no disparó, se acercó a Kirchner en medio de la multitud que la esperaba para saludarla y pedirle una firma en su libro autobiográfico.
Cientos de militantes se han congregado desde la semana pasada ante el domicilio de Kirchner, de 69 años, acusada de corrupción durante su Gobierno (2007- 2015) y contra quien la Fiscalía solicitó una pena de 12 años de cárcel y la inhabilitación perpetua.
El ataque a la vicepresidenta fue repudiado por la coalición opositora Juntos por el Cambio, que solicitó una investigación de los hechos, y también por el gabinete de ministros.
Por su parte el Presidente de Argentina Alberto Fernández, habló en cadena nacional luego del intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner y declaró feriado nacional para este viernes.
“Querido pueblo argentino, un hombre atentó contra la vida de la actual vicepresidente de la Nación y dos veces Presidente constitucional. Este hecho es de una enorme gravedad, es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado nuestra democracia”, manifestó el mandatario.
Asimismo, señaló que el Gobierno está obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina.
“Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia”, aseveró.
/SVL