En medio de la campaña electoral de Brasil, el Presidente Jair Bolsonaro rechazó este jueves las sospechas de corrupción contra su familia, luego que la prensa reportara que entre 1990 y 2022, él y sus allegados adquirieron 51 inmuebles en efectivo.
El portal de noticias UOL publicó un reportaje, basado en declaraciones de los propios miembros de la familia Bolsonaro.
Según este medio de comunicación las compras efectuadas total o parcialmente en efectivo totalizaron cerca de 4,8 millones de dólares al cambio actual.
«¿Por qué hacen eso contra mi familia? La mitad de los inmuebles es de un excuñado. ¿Qué tengo que ver con un excuñado? No veo a ese tipo desde hace mucho tiempo», cuestionó Bolsonaro.
El uso de dinero en efectivo no constituye un delito, sin embargo, cuando es utilizado en grandes volúmenes, sin haber pasado por el sistema financiero, genera sospechas sobre la legalidad.
«Buscan una manera, 30 días antes (de la elección), (…) de desgastarme, no lo van a conseguir», dijo el mandatario, que disputará el 2 de octubre su reelección, frente al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta demanda fue presentada por el senador Randolfe Rodrigues, uno de los coordinadores de la campaña de Lula. Por su parte el Supremo Tribunal Federal valorará la apertura de una investigación.
En 2018, Bolsonaro fue elegido con un discurso enfocado en el combate a la corrupción y en esta campaña volvió a insistir en los escándalos de la petrolera estatal Petrobras durante el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
Este año la justicia de Rio de Janeiro archivó una denuncia contra el senador e hijo del mandatario, Flávio Bolsonaro, luego de que fuera acusado en 2020 de liderar una organización criminal que recogía parte del salario de sus exempleados en la Asamblea Legislativa de Río.
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