Dos expolicías expertos aseguraron este domingo que la intromisión política en la lucha contra el narcotráfico destruyó la imagen de la Policía Boliviana, al punto de haberla dejado enferma por el nivel de penetración de la actividad ilícita y los grados de corrupción que exigen una urgente restructuración para fortalecerla, declaraciones hechas vía Zoom, para la red Erbol en La Paz.
El coronel Juan Manuel Quinteros Portillo, fundador de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) el año 1972, ahora experto en Inteligencia policial y el teniente coronel Armando Moscoso Rada, exintegrante de la Fuerza Especial de esa época, participaron en el programa “La Mañana en Directo” de la red Erbol y coincidieron en que la penetración del narcotráfico en la Policía ya es inocultable y preocupante.
Quinteros sostuvo que desde 1989, cuando la Felcn pasó a depender del Ministerio de Gobierno, a partir de ese momento, se realizó una serie de intromisiones políticas que fueron fracturando el accionar de la Policía porque hasta antes de ese año, la lucha era frontal y no había intromisión política.
“No hay peor ciego que el que no quiera ver, la injerencia política y sus propios intereses son los que han ido deteriorando la institución”, declaró Quinteros.
En la misma línea, el criminólogo Armando Moscoso, sostiene que en ninguno de los casos donde estuvieron implicados tres exjefes de la Felcn, se esclareció por completo los vínculos que habrían detenido esas personas con hechos ilícitos.
“Tal es el caso del coronel Maximiliano Dávila, que ha sido detenido solo para evitar una investigación en profundidad para saber los vínculos de ciertos jefes políticos con el narcotráfico y redes internacionales (…). Este encubrimiento está dañando la institución”, manifestó.
Ambos observaron que uno de los motivos seria la reciente Ley de Ascenso de Generales, porque puso el mando único de la Policía Boliviana bajo el poder del Ministerio de Gobierno vulnerando la Constitución y la Ley Orgánica que definen que el mando único indivisible y a partir de ese momento, “la seguridad interna está en grave riesgo”.
“Como está bajo el Ministerio de Gobierno y es parte del Órgano Ejecutivo, ellos disponen, dirigen y definen cuándo va a entrar un policía a trabajar y no le dan independencia funcional a la Policía que tiene elementos altamente capacitados”, manifestó Quinteros.
Frente a la crisis policial, Moscoso plantea una reestructuración no solo por el tema del narcotráfico, sino por toda la institución para lo cual se necesita voluntad política porque una reforma puede durar muchos años y demanda recursos económicos destinados a mejorar el sueldo de los policías.
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