El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó que hará lo posible para que la exmandataria interina, Jeanine Áñez, reciba asilo político en su país, luego de ser condenada recientemente a diez años de cárcel por el caso “Golpe de Estado II”.
«Brasil está poniendo en práctica el tema de las relaciones internacionales, los derechos humanos, a ver si trae a Jeanine Áñez, le ofrece cobijo aquí en Brasil. Es una injusticia para una mujer encarcelada en Bolivia», dijo Bolsonaro según un reportaje de Veja.
El también candidato a la reelección de Brasil, criticó a su principal oponente en las elecciones presidenciales, Luiz Inácio Lula da Silva, por no cuestionar a distintos organismos internacionales, el fallo de la justicia boliviana en un juicio ordinario en contra de la expresidente transitoria.
Bolsonaro y Lula da Silva se medirán en las siguientes elecciones presidenciales de octubre. Según una encuesta publicada la semana pasada por el diario Folha de S. Paulo, el segundo le lleva una amplia ventaja al actual Presidente.
Sin embargo, el Presidente brasileño, dijo el pasado domingo que cree que habrá segunda vuelta, pese a que su contrincante de 76 años, concentra el 47% de las intenciones de voto contra el 28% de Bolsonaro.
Asimismo, afirmó que hará gestiones para que Áñez pueda llegar a Brasil en el marco de la defensa de los derechos humanos que practica su gobierno.
“Yo haré lo que sea posible para que ella vuelva, vuelva no, para que ella venga al Brasil. En caso de que el Gobierno de Bolivia esté de acuerdo, estamos listos para recibir el asilo de ella como de esos otros dos que fueron condenados a diez años de prisión”, aseveró el Presidente de Brasil.
Bolsonaro fue uno de los primeros presidentes en reconocer a Jeanine Áñez como presidente interina tras la huida de Evo Morales en 2019.
Demostró su entero rechazo a la tesis que indicaba que en Bolivia hubo un «golpe», señalando que lo ocurrido fue una «repulsa popular» tras un intento de fraude electoral que favorecía al expresidente Evo Morales, asilado ese entonces en México.
La exmandataria fue condenada a diez años de prisión en un juicio ordinario dentro del caso “Golpe de Estado II”, por los supuestos delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a las leyes y a la Constitución.
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