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Andrónico y alcalde de Palca gestionan construcción de vivienda para madre e hija albinas

Maritza Mamani y su hija Maribel / ARCHIVO INTERNET
El presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez y el alcalde de palca de la ciudad de La Paz, David Mamani, firmaron este domingo un acta de gestión para la construcción de una vivienda para ambas.

Después de haber visitado la casa de Maritza Mamani y su hija Maribel, el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez y el alcalde de palca de la ciudad de La Paz, David Mamani, firmaron este domingo un acta de gestión para la construcción de una vivienda para ambas.

La construcción será emplazada en el municipio de Palca de la ciudad de La Paz.
La madre e hija padecen de una condición denominada albinismo, por lo que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

El Presidente del Senado junto al viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani Espíndola, decidieron dar su apoyo para concretar la construcción de la vivienda.

Rodríguez dijo que la historia de Maritza y Maribel lo conmovió y por eso, realizó las gestiones necesarias con el Alcalde de Palca, con el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda, además de otras autoridades.

“Hemos visto la situación de Maritza y su niña, nos conmovió su situación socio económica, que tengan que ir de un lugar a otro porque no tienen una vivienda. Estamos viendo la posibilidad con otras autoridades para conseguir la casita para la hermana, donde se sienta propietaria y segura junto a su hija”, expresó.

Añadió que en el menor tiempo posible se pueda terminar la casa.

“Estamos en la predisposición de ayudar en la medida de nuestras posibilidades”, manifestó.

El titular de la Cámara Alta también entregó un paquete de alimentos y otros artículos a Maritza, quien los recibió con agradecimiento.

La historia de Maritza y su hija

A inicios de junio, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, entregó ayuda a Maritza y su hija.

La historia de ambas conmovió a la población porque viven en precarias condiciones, no tienen recursos económicos e incluso corren el riesgo de perder la vista si no son sometidas a tratamiento.

Del Castillo reveló que ambas son sobrevivientes de la violencia machista.

“Madre e hija tuvieron que vivir un tiempo en un kiosco, en la calle 51 de Chasquipampa, donde también trabaja”, indicó.

/AAC/


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