El Jukumari o también conocido como el “oso de anteojos”, es una especie que fue declarada hace algunos años en peligro de extinción por la caza indiscriminada y por la invasión del hombre a su territorio, pero este viernes los guarda parques del Área Natural de Manejo Integrado (ANMI), El Palmar del departamento de Chuquisaca, afirman que la población de este animal se incrementó.
El oso de anteojos o mejor conocido como el oso Jukumari, es un plantígrado propio de las zonas andinas y vallunas de Bolivia, pero también se los puede encontrar en Ecuador, Perú y el Norte argentino. La mayoría de esta especie tienen el pelaje color negro con manchas marrones en el pecho y miden entre 1,30 o 1,90 metros de alto y pueden llegar a pesar en promedio entre 80 a 125 kilogramos, dependiendo si es macho o hembra.
Entre sus características principales, esta especie es la única con vida de la subfamilia Tremarctinae y único úrsido autóctono actual de Sudamérica, este posee cinco dedos con garras largas y curvas no retráctiles, y las plantas de las patas poseen pelos interdigitales que le ayudan a trepar árboles. De hábitos diurnos, solitarios, omnívoros, terrestres y trepadores, su alimentación es predominantemente vegetariana.
“En 2008, 2009, casi no se veía, pero en estos últimos (años) se ve constantemente al oso”, indicó el guarda parques Osvaldo Yale al diario El Comercio.
“Creemos que se están reproduciendo”, afirmó la responsable de turismo del ANMI El Palmar, Sandra Ramírez. El mes pasado, un grupo de turistas locales pudo fotografiar a un macho grande. “Estábamos recorriendo por el sendero y ellos ahí al frente han visto a dos, estaban caminando por las peñas, se han sorprendido y alegrado”, contó el guarda parques David Mendoza.
Según cuenta la cosmovisión andina, los jukumaris o también llamados “Ukukus”, son hijos de los osos y las doncellas personajes mitológicos a los que se les atribuyen poderes sobrenaturales que les permitían curar y purificar las almas.
Esta especie de oso recibió muchos nombres Ukukus, Ucumaris, Jukumaris, Isnachis, pero son universalmente conocidos como “Tremarctos ornatus” (nombre científico), este es uno de los animales andinos más majestuosos y únicos de Sudamérica y es por eso que es víctima de la interacción con el hombre.
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