Jeanine Añez, desde el penal de Miraflores en La Paz, ha manifestado su intención de unirse al bloque de unidad opositora. Su objetivo es consolidar una candidatura única que enfrente al Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones generales programadas para agosto de 2025.
En una carta dirigida a los líderes de la oposición, Añez subrayó la relevancia de la unidad para derrotar lo que ella considera un fraude electoral y una dictadura.
En su misiva, Añez recordó que el 21 de febrero de 2016, Bolivia se pronunció en contra de la reelección indefinida. Esto ocurrió cuando se rechazaron las intenciones de Evo Morales de postularse por cuarta vez a la presidencia, lo que iba en contra de la Constitución. La oposición, al estar dividida, fue a elecciones, lo que permitió que esa postulación ilegal e inconstitucional intentara usurpar el mandato popular.
Fraude electoral y defensa del voto
Añez también mencionó el fraude electoral del 20 de octubre de 2019, el cual fue denunciado por la OEA y la UE. En este caso, se impidió el derecho a la segunda vuelta del candidato Carlos D. Mesa. Este hecho fue considerado un ataque directo al voto útil del pueblo boliviano. Desde entonces, Añez se unió al activismo en defensa del voto y la democracia tras la renuncia de Evo Morales.
La expresidenta interina aceptó asumir la sucesión constitucional como segunda vicepresidenta del Senado. Esto lo hizo para evitar una ruptura democrática provocada por el vacío de poder generado por el MAS. «Acepté con la única condición de tener el respaldo de todos y que esa fuera la mejor opción para el pueblo boliviano movilizado», afirmó en su carta.
Desafíos durante la pandemia
Añez también destacó su papel durante la pandemia de Covid-19 y cómo enfrentó desafíos significativos mientras lidiaba con un gobierno que controlaba los cuatro poderes del Estado. «Generaron un hecho de corrupción en un ministerio para levantar una cortina de humo sobre mi denuncia permanente acerca del estado desastroso de la salud pública», agregó.
A pesar de sus esfuerzos por unir a la oposición ante las elecciones venideras, Añez lamentó que «la división sólo sirvió para que cobraran protagonismos unos y otros». Ante esta situación, decidió liderar una opción presidencial con condiciones claras sobre su candidatura.
Denuncias y compromiso político
Tras el cambio de gobierno y la asunción de Luis Arce Catacora, Añez enfrentó denuncias por terrorismo relacionadas con su defensa de la democracia. «Fui secuestrada, encarcelada y juzgada sin haber cometido ningún delito», expresó Añez, quien sostiene ser inocente ante los procesos judiciales en su contra.
Finalmente, Añez reafirmó su compromiso con «la ineludible construcción férrea del bloque de unidad opositora». Demandó consolidar esta unidad opositora para enfrentar el fraude y lo que considera una dictadura. Concluyó expresando su deseo por una oposición boliviana unida y una candidatura única para superar estos desafíos políticos.