El municipio de Cobija, ubicado en el departamento de Pando, ha declarado este jueves 26 de diciembre una alerta naranja. Esta medida se debe al aumento del caudal del río Acre, que está en riesgo de desbordarse y podría afectar a las comunidades y barrios cercanos.
La alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, informó que esta decisión fue tomada tras una reunión con el Comité Municipal de Reducción de Riesgos y Atención de Desastres (Comurade) y el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
En este momento, el nivel del río Acre ha alcanzado los 9 metros y se estima que podría llegar hasta los 10 metros. Sin embargo, se considera que un desborde ocurriría si el nivel supera los 11 metros.
Alertas meteorológicas activadas
El Senamhi ha activado una alerta naranja debido a la posibilidad de desbordes en los ríos Acre, Madre de Dios, Tahuamanu y Manuripi entre el 22 y el 29 de diciembre. Además, los reportes meteorológicos indican que se prevé una nueva crecida en los primeros días de enero, como resultado de lluvias intensas.
“Todos tienen que tomar sus previsiones. Según el informe técnico, hasta ahora creemos que no pasará de los 11 metros, pero nunca se sabe con la naturaleza”, expresó Reis, quien subrayó que las familias que residen en las orillas del río son las más vulnerables ante posibles desbordes.
Impacto de las lluvias en el caudal
Ernesto Roca, director de la Unidad de Gestión de Riesgos Departamental, explicó que las lluvias continuas en las serranías del Perú han contribuido al aumento del caudal del río Acre en la localidad de Bolpebra, que se encuentra en la frontera con Brasil y Perú, donde se ha registrado un nivel superior a los 9 metros.
Por su parte, el comandante del Sexto Distrito Naval de la Armada Boliviana, Ernesto Soto, informó que personal de esta fuerza militar está monitoreando el nivel de los ríos en el departamento de Pando para alertar a la población y que tome las previsiones necesarias, si es requerido.
Crecida inusual en diciembre
La alcaldesa de Cobija destacó que esta crecida es inusual para el mes de diciembre, ya que normalmente estos eventos ocurren a finales de febrero o en marzo. Además, vinculó este fenómeno al impacto del cambio climático y a las quemas forestales recientes que han afectado la región, aumentando la vulnerabilidad de Cobija.
“Hemos tenido un serio problema en septiembre por la contaminación del aire; llegamos a 587 en el nivel de contaminación y esto tiene mucho que ver con la crecida de nuestros ríos”, concluyó la autoridad.