El arzobispo auxiliar de Bolivia, monseñor Estanislao Dowlaszewic, reflexionó sobre el significado de la Navidad durante su homilía dominical. En su mensaje, instó a los fieles a preparar sus corazones y no solo los adornos y celebraciones. Destacó la importancia de centrar la festividad en el Niño Jesús y llamó a una evaluación personal sobre la preparación espiritual en el contexto del tiempo de Adviento que está por concluir.
“Ya se termina el tiempo de Adviento, el tiempo de espera. En nuestras casas todo está casi listo. Los árboles navideños adornados, los nacimientos desempolvados, nuestras ciudades, con sus barrios, lucen con miles de luces. Sin embargo, hoy más que las iglesias, los supermercados y mercados son frecuentados”, señaló.
Preparación espiritual olvidada
En medio de los preparativos, muchas personas olvidan lo esencial: prepararse espiritualmente y preparar el corazón, afirmó. “La lista de los regalos, la comida, el nuevo vestido, todo eso no importa a pesar de la crisis. Sería bueno que cada uno haga una breve evaluación de cómo nos preparamos y presentamos a la Navidad. No basta con organizar la fiesta; lo importante es que nosotros nos preparemos y estemos listos”, reflexionó.
“No nos olvidemos, en estas fiestas navideñas, de que no puede faltar el gran protagonista, la persona más importante, a la que no se puede reemplazar con nadie ni con nada: esa persona es el Niño Jesús, que es el mismo Dios. Sin Él, las fiestas no tienen sentido. Las luces brillantes solo mostrarán gran oscuridad”, complementó.
El Niño Dios como protagonista
El arzobispo insistió en que el gran protagonista de la Navidad es el Niño Dios, el Salvador. “Los árboles, aunque bien adornados, no tendrán raíces bien puestas. Los regalos perderán su valor y los nuevos vestidos cubrirán un vacío interior. Las fiestas navideñas sin Dios nos hacen solitarios”, reflexionó.
Monseñor Dowlaszewic hizo un llamado a la reconciliación espiritual. “El Niño Dios quiere ocupar un lugar central en nuestras vidas, familias y sociedad. No tengamos a Dios”, dijo.
Evaluación personal de la fe
Concluido el Tiempo de Adviento, monseñor Estanislao Dowlaszewicz instó a los fieles católicos a realizar una evaluación personal sobre su preparación espiritual durante estas 4 semanas. Durante su homilía dominical, destacó que los cristianos corren el riesgo de olvidar lo esencial: preparar el corazón para recibir a Jesús.
“Sin Jesús, las fiestas no tienen sentido. Las luces brillantes solo demostrarán gran oscuridad; los árboles adornados carecerán de raíces firmes y los regalos perderán pronto su valor”, afirmó.
Un llamado a la conversión
El obispo recordó que la Navidad es un llamado profundo a la conversión y a la apertura al Salvador. Invitó a los fieles a reconocer que el verdadero protagonista de estas fechas es el Niño Jesús, quien “viene a ocupar un lugar central en nuestras vidas, nuestras familias y nuestra sociedad”.
Enfatizó que las fiestas navideñas sin Dios conducen a la soledad y a un vacío interior que no puede llenarse con cosas materiales. Como ejemplo, citó a la Virgen María y su encuentro con Isabel.
Construyendo una sociedad renovada
“La historia la construimos las personas de buena voluntad, con nuestra libertad y responsabilidad, pero siempre iluminados por el Evangelio de Jesús”, señaló monseñor Dowlaszewicz.
El obispo hizo un llamado a abrir las puertas del corazón para que Jesús nazca en cada persona y en la sociedad. Aseguró que solo con una verdadera conversión se puede construir una sociedad renovada donde prevalezcan paz, justicia y amor.
La Iglesia concluyó su mensaje animando a los católicos a vivir estas fiestas navideñas colocando a Jesús como el centro de sus vidas y acciones.