El exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila Pérez, fue extraditado a Estados Unidos. Su llegada se produjo la mañana del viernes 13 de diciembre, donde enfrentará cargos federales por conspiración para importar cocaína y por el uso y posesión de ametralladoras en relación con esta actividad delictiva.
Acusaciones de la DEA
La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha acusado a Dávila de haber utilizado su posición como jefe de la Felcn para facilitar operaciones de narcotráfico a gran escala. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Dávila, también conocido como “Macho”, será procesado en el Distrito Sur de Nueva York.
Su primera comparecencia está programada para la tarde de este viernes ante la jueza Robyn F. Tarnofsky, mientras que el caso ha sido asignado a la jueza Denise L. Cote. El fiscal estadounidense Damian Williams ha declarado que Dávila abusó de su cargo como jefe de la agencia antinarcóticos de Bolivia para ayudar a los narcotraficantes que debía investigar y arrestar.
Protección de cargamentos
Además, se ha informado que Dávila organizó la protección armada de cargamentos de cocaína y colaboró en el envío de grandes cantidades de droga hacia Estados Unidos. La administradora de la DEA, Anne Milgram, ha calificado a Dávila como un traidor a la confianza pública.
“Se suponía que Maximiliano Dávila Pérez lucharía contra el tráfico de drogas, pero en lugar de eso lo alimentó. Como jefe de la agencia antinarcóticos de Bolivia, convirtió a las fuerzas del orden en una máquina de tráfico de cocaína. Su traición a la confianza pública termina aquí”, afirmó Milgram.
Operaciones bajo su mando
Las investigaciones indican que Dávila lideró la Felcn hasta noviembre de 2019. Durante este tiempo, facilitó actividades de narcotráfico, desviando recursos de las investigaciones y utilizando agentes armados bajo su mando para proteger cargamentos de droga.
Entre los casos más destacados se encuentra la organización de un envío de más de 1 tonelada de cocaína desde Bolivia hacia Estados Unidos, con apoyo logístico en aeródromos que estaban bajo su control. A pesar de haber sido destituido en noviembre de 2019, Dávila continuó conspirando con narcotraficantes.
Detalles de la conspiración
Las pruebas en su contra incluyen grabaciones en las que se le escucha discutiendo detalles sobre rutas de tráfico, tarifas por kilo de cocaína y la entrega de una muestra de 10 kilogramos en Lima, Perú, como paso previo a un envío más grande hacia Nueva York.
Dávila enfrenta dos cargos principales: conspiración para importar cocaína, que conlleva una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua. El segundo cargo es conspiración para usar y poseer ametralladoras para promover el tráfico de drogas, también castigada con cadena perpetua.
Colaboración en la extradición
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha agradecido la colaboración de la DEA, sus divisiones de operaciones especiales, aviación y campo, así como de las autoridades bolivianas, para lograr la extradición de Dávila.
“Que este sea otro mensaje fuerte para aquellos que abusarían de sus posiciones para enviar toneladas de cocaína a los Estados Unidos: nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga”, advirtió el fiscal Williams, asegurando que quienes abusen de sus posiciones para inundar de drogas las calles estadounidenses enfrentarán la justicia.
