Las organizaciones de mujeres transexuales en Bolivia han creado espacios conocidos como Casas Trans en las ciudades de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Trinidad. Estas casas funcionan como refugios seguros y de apoyo para una población que enfrenta vulnerabilidades. Desde su apertura en 2021, han proporcionado atención médica y psicológica a aproximadamente 600 mujeres trans, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de un respaldo estatal que aún no se ha concretado.
Iniciativas de las mujeres trans
La primera Casa Trans fue inaugurada en Santa Cruz gracias a la iniciativa de las mujeres trans de esa ciudad. Esta experiencia ha sido replicada en otras tres ciudades con el financiamiento del Fondo Mundial de lucha contra el VIH-sida. Con la asistencia técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las organizaciones trans bolivianas lograron acceder a estos recursos tras presentar una propuesta ante el Mecanismo de Coordinación País (MCP) para abrir más casas y fortalecer la de Santa Cruz.
Servicios gratuitos y autogestión
La atención en estas casas es gratuita y se autogestionan a través de iniciativas como peluquerías, estéticas, servicios de catering y restaurantes. Chantal Cuéllar, coordinadora nacional del Movimiento Trans Feminista de Bolivia, enfatizó: «No son oficinas; las oficinas siempre tienen este tinte más serio, tal vez hasta más frío. El objetivo de estos espacios es que sean casas», subrayando la importancia de crear un ambiente acogedor.
Cuéllar también destacó que las casas están llevando a cabo acciones que el Estado debería realizar «y no lo está haciendo», como apoyar el empoderamiento del sector para que sus derechos sean respetados. En La Paz, las puertas están abiertas a la comunidad LGTBI y a víctimas de violencia. Luna Humérez, presidente de Otraf Bolivia, mencionó que en alguna ocasión se brindó asistencia legal a un vecino.
La Casa de La Paz
La casa en La Paz lleva el nombre de Pamela Valenzuela, quien fue la primera persona trans en cambiar su identidad en sus documentos personales en Bolivia. La fachada del lugar está adornada con los colores celeste, rosado y blanco que representan el orgullo transgénero. Quienes visitan por primera vez encuentran en este espacio «una familia» dispuesta a ofrecer apoyo.
Avances y desafíos legales
Bolivia dio un paso importante en 2016 con la aprobación de la ley de Identidad de Género, que permite a las personas cambiar su nombre, fotografía y sexo en sus documentos oficiales. Sin embargo, un fallo constitucional promovido por un parlamentario conservador en 2017 suprimió los derechos del sector en cuanto a matrimonio, adopción y participación política, utilizando el recurso de la paridad de género.
Cuéllar remarcó la necesidad de que el Estado «trabaje en la restitución de los derechos humanos que han sido suprimidos». Para Humérez, Bolivia tiene una «deuda histórica» con la población trans, que aún no disfruta de los mismos derechos que las personas «cisgénero». Además, los crímenes de odio no están tipificados en la legislación boliviana.
Crímenes de odio sin resolver
Hasta el momento, se estima que hay al menos 60 casos no resueltos relacionados con crímenes de odio hacia personas trans, y solo se han logrado dos sentencias contra culpables. Esta situación resalta la necesidad de una mayor protección y justicia para la comunidad trans en Bolivia.