El exmandatario Evo Morales ha denunciado un intento de intervención en el trópico de Cochabamba por parte del Gobierno de Luis Arce. Esta acusación surge en medio de señalamientos sobre un supuesto robo de la sigla Movimiento Al Socialismo (MAS) por parte de magistrados que se han autoprorrogado en sus cargos. Morales ha advertido que el 22 de noviembre se definirá el futuro político del país en una reunión nacional con direcciones «evistas» en Lauca Ñ. En esta reunión, reafirmó su posición como presidente del MAS y rechazó las acciones en su contra.
Denuncias de Evo Morales
“Para mí, es el segundo golpe a nuestra revolución, a nuestro proceso de cambio, a nuestro modelo económico. Es sospechoso que esto sea implementado por el gobierno de Lucho Arce; antes, el enemigo era el imperio o la derecha. Tenemos una lucha ideológica programática, pero hay diferencias de carácter ético en el gobierno nacional”, expresó Morales.
Plan en su contra
En este contexto, Morales reiteró que existe un «plan negro» en su contra. También criticó las decisiones de los magistrados autoprorrogados, calificando sus determinaciones como inválidas. Además, enfatizó que sigue siendo el presidente del MAS. “Intentan destrozarme moralmente, no han podido; derrotarme políticamente, no han podido; intentaron destrozarnos hasta físicamente y no han podido. Y esta semana intentaron quitarnos la sigla”, afirmó Morales.
Apoyo de sus seguidores
Morales ha recibido el respaldo de parlamentarios «evistas» y de dirigentes de las seis federaciones del trópico de Cochabamba. Estos líderes han señalado que Morales se encuentra blindado por la seguridad del pueblo. Este apoyo refuerza su posición dentro del partido y su lucha por mantener el control de la sigla del MAS.
Tensiones políticas en el MAS
El contexto actual refleja tensiones políticas significativas dentro del MAS y entre sus líderes. Esta situación ha llevado a un debate interno sobre la dirección futura del partido y su capacidad para mantener cohesión. Las declaraciones de Morales sugieren una polarización creciente entre facciones dentro del movimiento político, lo que podría tener repercusiones en su futuro.
