La crisis energética en Ecuador ha generado un aumento preocupante de la contaminación del aire en Quito. Desde mediados de septiembre, el uso de generadores eléctricos a diésel para enfrentar apagones programados ha llevado a que los niveles de monóxido de carbono casi se dupliquen. Además, el dióxido de azufre ha incrementado hasta un 180%, según un estudio realizado por la Universidad de las Américas.
Aumento de contaminantes
El informe indica que el uso creciente de generadores ha provocado un incremento del 38.8% en las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2). Esta situación ha generado preocupación por los riesgos que representa para la salud respiratoria, ya que los niveles de contaminación han superado las directrices establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Índice de calidad del aire
A pesar de que el índice de calidad del aire (ICA) en 2023 fue de 31 sobre 100, la contaminación por partículas PM2.5 supera 1.5 veces el valor guía anual que establece la OMS. Los investigadores enfatizan la necesidad de que las ciudades se preparen para interrupciones más frecuentes y severas del suministro eléctrico, que están relacionadas con el cambio climático.
Cortes programados de electricidad
Desde finales de 2023, Ecuador ha tenido que implementar cortes programados de electricidad a nivel nacional. En los últimos períodos, se han registrado hasta 14 horas de suspensión del fluido eléctrico en momentos críticos. Actualmente, el país enfrenta un déficit aproximado de 1,000 megavatios para satisfacer su demanda nacional.
Dependencia de la matriz energética
La matriz energética de Ecuador depende en más del 70% de centrales hidroeléctricas, que se han visto afectadas por la peor sequía en seis décadas. Esta crisis energética se ha agravado por la falta de inversiones en un sector que es controlado íntegramente por empresas públicas. Esto ha abierto el debate sobre la necesidad de reformas que faciliten la llegada de inversión privada al sector energético.