La Federación de Panificadores de El Alto anunció el 25 de octubre la suspensión temporal de la producción del tradicional pan de batalla. En su lugar, se enfocarán en la elaboración de panes surtidos, como el pan sarnita.
Esta decisión fue tomada durante una reunión de los presidentes del sector, quienes discutieron la persistente escasez de harina subvencionada que debería ser proporcionada por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Escasez de harina subvencionada
Juan de Dios Castillo, dirigente del gremio, informó que Emapa solo está entregando aproximadamente 1.500 bolsas de harina. Esto es muy por debajo del acuerdo que estipula un cupo de 4.000 bolsas.
Castillo explicó que esta cantidad de harina es insuficiente para mantener la producción del pan de batalla, que requiere una mayor cantidad de insumo y resulta menos rentable dadas las condiciones actuales de costos y disponibilidad.
Producción de pan de batalla
El dirigente detalló que con cada bolsa de harina producen entre 600 y 700 unidades de pan de batalla. En contraste, con el pan surtido logran producir hasta 800 unidades.
Además, mencionó que en el mercado, la harina que utilizan para el pan de batalla tiene un costo superior a Bs 300. Por otro lado, la harina necesaria para el pan surtido es más accesible, con un precio de alrededor de Bs 285.
Problemas de abastecimiento
Según Emapa, la falta de harina se debe a problemas de abastecimiento relacionados con los bloqueos en las rutas, lo que complica aún más la operativa de los panificadores.
A pesar de que los panaderos firmaron un acuerdo con el Gobierno para vender el pan de batalla a Bs 0,50, Castillo admitió que, debido al aumento de los costos de insumos, el sector está operando con pérdidas.
No obstante, afirmó que continuarán respetando dicho acuerdo mientras este siga vigente.