La selección colombiana entrenó el lunes en el estadio “Félix Capriles” de Cochabamba a puertas cerradas en medio de un operativo de seguridad para mantener en reservar el trabajo del entrenador Néstor Lorenzo, a dos días de visitar a Bolivia, en el estadio Municipal de Villa Ingenio, el jueves (16:00), donde defenderá su condición de invicto.
Con una veintena de jugadores, entre los cuales está James Rodríguez, el elenco colombiano llevó adelante este trabajo sin dejar que los periodistas puedan presenciar los movimientos en el campo de juego. Para este cometido, se contrató personal de seguridad para evitar que se filtren imágenes de la práctica. Los alrededores del escenario deportivo, tanto como la llegada de los futbolistas, estuvo protegida y manteniendo a distancia a los aficionados y a cualquier persona externa.
Este movimiento comenzó desde la salida del bus del hotel de concentración y se repitió en la vuelta. El elenco colombiano quiere llevarse un buen resultado de El Alto, razón que obligó a elaborar este operativo.
El hotel Cochabamba se convirtió en un fortín con un personal destinado para el seleccionado. La Federación Colombiana de Fútbol (FCF) ordenó que el seleccionado cuente con su propio nutricionista que supervise la preparación de los alimentos. También se alistará tanques de oxígeno para el día del partido y calentadores ante las bajas temperaturas.
Los últimos que llegaron en la jornada a Cochabamba fueron Juan Camilo Hernández, Juan Camilo Portilla y Camilo Vargas. El plantel se completará este martes con los demás “legionarios” que llegarán desde Europa.
El elenco de Lorenzo continuará con su preparación este martes, en horas de la tarde, en el mismo escenario, manteniendo el hermetismo. El miércoles tendrán el primer contacto con los periodistas en una conferencia de prensa.