La Dirección General de Sustancias Controladas de la región Caranavi llevó a cabo una operación sorpresa en la carretera Caranavi-Guanay, donde confiscó un total de 10.000 litros de diésel. Esta acción se realizó tras recibir una denuncia anónima que alertó sobre el transporte ilegal de combustible.
El operativo se desarrolló cuando un camión Nissan Cóndor fue detenido cerca de un puesto de control. Durante la inspección, se evidenció que el vehículo transportaba combustible de manera ilegal, ya que no contaba con la documentación necesaria para su traslado.
Los agentes de la regional Caranavi lograron detener el camión, que se desplazaba a gran velocidad, llevando consigo 10 tanques de 1.000 litros cada uno, todos cargados con diésel. Aunque el conductor inicialmente intentó justificar la carga afirmando que se trataba de yuca, la inspección física demostró que en realidad se trataba de combustible.
Falta de documentación
Durante el proceso de inspección, se constató que el camión no poseía la documentación requerida que respaldara la procedencia del combustible. Entre los documentos que faltaban se encontraban la Autorización de Compra Local (ACL) y la hoja de ruta, que son esenciales para el transporte de carburantes.
Además, se encontraron dos placas de control clonadas en el vehículo, lo que incrementó las sospechas sobre la legalidad del transporte. En medio de la inspección, el chofer del camión aprovechó la situación para darse a la fuga, complicando aún más el caso.
Reportes a las autoridades
El incidente fue reportado de inmediato al personal de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Esto permitió que se realizara la retención y el resguardo del camión en un recinto militar del ejército, garantizando así la seguridad de la evidencia.
Posteriormente, se tiene previsto que el camión sea trasladado a la ciudad de La Paz. Allí se llevarán a cabo las investigaciones pertinentes sobre este intento de transporte ilegal de combustible, con el fin de esclarecer los hechos y tomar las acciones adecuadas.