La ONU hizo un llamado este viernes para aumentar los fondos destinados a ayudar a las miles de millones de personas que han sido afectadas por las severas inundaciones que han golpeado varios países en el continente africano en los últimos meses. Entre los países más impactados se encuentran Nigeria, Chad y Camerún, así como también Bangladés y Yemen en Asia.
Matt Hubber, el responsable de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Yemen, afirmó en una rueda de prensa que «la escala de destrucción es abrumadora y necesitamos urgentemente financiación adicional para garantizar que los más vulnerables no se queden atrás».
Según la agencia de la ONU, desde principios de agosto, las inundaciones han dejado a cerca de 562.000 personas sin hogar, alimentos, agua potable y otros servicios esenciales en Yemen. Las provincias más afectadas son Ibb, Saná, Marib, Al Hodeida y Taiz, donde también se ha reportado el mayor número de muertes.
Apoyo humanitario en Yemen
Ante esta crisis y la previsión de nuevas lluvias torrenciales en el país, la OIM ha solicitado 13,3 millones de dólares (11,9 millones de euros) para proporcionar artículos básicos de socorro y otro tipo de apoyo humanitario a las comunidades que han sufrido más por las inundaciones.
Inundaciones en Bangladés
En Asia, la temporada de lluvias monzónicas ha causado estragos en el este de Bangladés, resultando en las peores inundaciones que el país ha enfrentado en los últimos 34 años. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) está trabajando en el terreno para ayudar a los millones de afectados en 11 de los 64 distritos del país, incluyendo Cox`s Bazar, donde cerca de 1.000.000 de refugiados rohinyás de 33 campamentos se han visto perjudicados.
Impacto en África
En el continente africano, la estación de lluvias, que varía según la región entre abril y noviembre, ha empeorado gravemente la situación de las comunidades locales, así como de los desplazados y refugiados en países como Camerún, Chad, Malí, Níger y Nigeria.
Hasta la fecha, el número de afectados asciende a 600.000 personas en Nigeria y más de 964.000 en Chad. En Camerún, la cifra es de 159.000, de los cuales 50.000 son refugiados, según los datos proporcionados por ACNUR.
Llamado a la comunidad internacional
Ante esta alarmante situación, William Spindler, portavoz de la agencia humanitaria, hizo un llamado a la comunidad internacional para que incluya a los desplazados forzosos en los planes nacionales de respuesta ante catástrofes. «Las inundaciones han devastado comunidades, afectando gravemente a las poblaciones desplazadas por la fuerza que ya vivían en condiciones precarias», afirmó el portavoz.
Spindler también solicitó más financiación para asegurar que no se ignoren las necesidades de los refugiados y de los desplazados internos en medio de esta crisis humanitaria.
