Cuidado al contestar: Cómo una simple palabra activa fraudes

Los ciberataques a través de llamadas telefónicas se han convertido en una creciente amenaza para los usuarios, alerta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en España. La OCU advierte sobre el peligro de responder a números desconocidos, ya que una simple palabra pronunciada al contestar puede desencadenar fraudes y suplantaciones de identidad.

Durante mucho tiempo, se pensó que para ser víctima de una estafa telefónica era necesario proporcionar información sensible como números de cuenta bancaria o contraseñas. Sin embargo, los estafadores actuales pueden obtener beneficios ilícitos con tan solo una palabra, lo que ha llevado a un aumento en las ciberestafas por medio de llamadas telefónicas.

La OCU ha explicado que estos delincuentes graban las respuestas de sus víctimas y las utilizan para simular su consentimiento en operaciones fraudulentas. Estas acciones pueden incluir la activación de servicios no solicitados o el acceso a información bancaria protegida, lo cual puede resultar en graves consecuencias para los afectados.

En respuesta a esta problemática, la OCU y otras organizaciones han intensificado campañas de concienciación para educar al público sobre prácticas seguras al contestar llamadas telefónicas. Se recomienda utilizar respuestas neutras y verificar la identidad del interlocutor antes de proporcionar información personal o sensible, así como colgar en caso de duda y buscar verificación por otros medios.

Las consecuencias de caer en este tipo de estafas pueden ser graves y variadas, desde inscripciones no autorizadas en servicios con cargos recurrentes hasta la pérdida de acceso a información financiera privada. Los consumidores afectados deben invertir recursos significativos para revertir los daños, subrayando la importancia de adoptar medidas preventivas y estar alerta ante posibles intentos de estafa.

Según datos recientes, se estima que el número de ciberataques a través de llamadas telefónicas ha aumentado en un 20% en el último año, lo que refuerza la necesidad urgente de concienciar a la población sobre esta amenaza creciente.