Según un informe presentado por la Defensoría del Pueblo, el 55,3% de las mujeres encarceladas en Bolivia se encuentra en situación de vulnerabilidad. Además, el 65% de ellas permanece sin sentencia y bajo detención preventiva. El estudio también revela un aumento del 12,5% en la población femenina en las cárceles, pasando de 1.871 a 2.150 mujeres entre diciembre de 2023 y junio de este año. Estos datos son parte de un total de 28.838 personas privadas de libertad en el sistema penitenciario boliviano.
Concentración en el eje central y delitos más comunes
El informe destaca que la mayoría de las reclusas se concentra en los departamentos de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, representando el 72% del total. En cuanto a los delitos más comunes, el tráfico de sustancias controladas ocupa el primer lugar con un 41,2%, seguido por el hurto con un 12,2%, el asesinato con un 7,5% y el homicidio con un 4,1%.
Falta de atención médica y condiciones precarias
El estudio revela que el 63% de las mujeres entrevistadas no fueron examinadas médicamente antes de su ingreso a la cárcel. Además, se identificaron 160 reclusas con enfermedades crónicas, 46 portadoras del VIH y cuatro con tuberculosis. El defensor del pueblo, Pedro Callisaya, también mencionó la falta de atención adecuada a mujeres embarazadas o madres, quienes muchas veces deben reintegrarse al penal después del parto sin consideración alguna.
En cuanto a las condiciones de vida, el informe destaca la asignación de los prediarios, que son las cuotas diarias para la alimentación y necesidades de las reclusas. Actualmente, se destinan 248 bolivianos (35,8 dólares) mensuales para cada interna, pero los desembolsos presentan un retraso de hasta cuatro meses. Además, se identificaron 145 niños menores de 6 años que viven con sus madres en las cárceles, sin recibir una alimentación diferenciada.
Infraestructura y celdas de aislamiento
El informe señala deficiencias en la infraestructura carcelaria, ya que solo cuatro de los 21 espacios carcelarios en Bolivia cuentan con un área exclusiva para mujeres, mientras que el resto son secciones dentro de las cárceles de hombres. También se alerta sobre las condiciones precarias e inhabitables de las celdas de aislamiento, así como el uso indiscriminado y prolongado del régimen de confinamiento solitario.
Recomendaciones para mejorar la situación
La Defensoría del Pueblo recomendó al Estado boliviano regularizar el dinero de manutención diaria de las reclusas, incorporar un enfoque de género en la política penitenciaria, realizar ampliaciones en la infraestructura carcelaria e implementar programas de formación técnico-profesional. Estas medidas buscan mejorar las condiciones de vida y garantizar los derechos de las mujeres privadas de libertad en Bolivia.
