Escuelas bombardeadas en Gaza: al menos 25 muertos y decenas heridos

Al menos 25 personas perdieron la vida y muchas más resultaron heridas en dos ataques israelíes contra escuelas en la ciudad de Gaza, según informó el Gobierno de Hamás en el enclave palestino.

La Defensa Civil de Gaza confirmó la muerte de cinco personas en los ataques y continúa trabajando para recuperar cuerpos entre los escombros. Se estima que en ambos centros se refugiaban miles de desplazados.

Las autoridades de Hamás denunciaron que, con estos dos nuevos ataques, el ejército israelí ha bombardeado y atacado 172 refugios habitados por decenas de miles de desplazados desde el inicio de la guerra.

Según el grupo, al menos 1.040 personas han perdido la vida en ataques israelíes contra escuelas, que son refugio habitual para los palestinos obligados a abandonar sus hogares durante el conflicto.

La Media Luna Roja Palestina confirmó haber transportado a varios muertos y heridos tras los ataques, y compartió un video en redes sociales que muestra a los equipos de la organización llevando en brazos a varios niños heridos y ensangrentados.

Escuelas atacadas por ser «centros de mando»

Las fuerzas armadas israelíes confirmaron haber atacado la escuela Hasán Salame, ubicada en el oeste de la capital de Gaza, y la escuela Naser en Ciudad de Gaza, alegando que eran utilizadas como «centros de mando» por los milicianos palestinos.

De acuerdo con el Ejército israelí, Hamás utilizaba estos complejos para ocultar a sus combatientes y planear ataques contra las tropas. Aseguraron haber tomado medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles antes de los ataques.

Continúa la escalada de violencia en Gaza

Estos ataques se suman a la escalada de violencia en Gaza, donde al menos 39.538 personas han perdido la vida y más de 91.000 han resultado heridas desde el inicio de la guerra, según el Ministerio de Sanidad controlado por Hamás.

La situación humanitaria en el territorio empeora cada vez más, con el 90% de la población viviendo desplazada, muchos en tiendas de campaña sin acceso a agua corriente o electricidad, y con el cierre de clínicas y hospitales que agrava la propagación de enfermedades.