Este viernes, activistas de las organizaciones Ríos de Pie y ProPacha llevaron a cabo una protesta en las afueras del Ministerio de Medio Ambiente y Agua en La Paz, en respuesta a la grave crisis provocada por los incendios forestales en el país.
Los manifestantes escenificaron la magnitud de la tragedia ambiental al colocar cenizas, peluches de animales y representaciones de incendios en el acceso al edificio ministerial. Esta acción simbolizó la realidad que enfrentan las regiones afectadas por los incendios, obligando a los funcionarios a caminar sobre estos elementos para ingresar a sus oficinas.
Situación alarmante en Santa Cruz
En Santa Cruz, la situación ha alcanzado dimensiones alarmantes, con casi medio millón de hectáreas devastadas por las llamas. Los activistas exigen una respuesta más contundente y eficiente por parte del Gobierno. Entre sus demandas y objetivos se encuentra presionar el envío urgente de ayuda, cisternas y vehículos al Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías y otras áreas gravemente afectadas. «Necesitamos recursos indispensables como cisternas, vehículos y combustible para que los bomberos y voluntarios puedan combatir los incendios», manifestó un representante de Ríos de Pie.
Preocupación por la falta de apoyo
Desde 2019, los activistas han trabajado en estrecha colaboración con los bomberos voluntarios. Sin embargo, este año han expresado su preocupación por la falta de apoyo y atención por parte de las autoridades. En particular, criticaron al viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, por minimizar la situación y al gobernador Mario Aguilera por ser visto jugando golf durante la crisis.
Presión sobre el Gobierno
La protesta subraya la creciente presión sobre el Gobierno para que tome medidas inmediatas y eficaces ante una crisis ambiental que continúa afectando a grandes extensiones de territorio y poniendo en peligro la vida silvestre y el bienestar de las comunidades locales. «Las instituciones públicas y las autoridades están fallando en su deber, poniendo en riesgo la biodiversidad de nuestras áreas protegidas y, por ende, el futuro de nuestros ecosistemas y de los bolivianos que dependemos de ellos», añadieron los activistas.
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