El diputado de la alianza Creemos, José Carlos Gutiérrez, declaró que el reciente intento de golpe de Estado reveló las debilidades del Gobierno y su inclinación autoritaria. Según Gutiérrez, todo fue un acto armado y el ex Comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, deberá enfrentar a la justicia por sedición. Sin embargo, lamentó que el Gobierno haya intentado manipular a la gente con una narrativa falsa.
La ausencia de autoridades competentes y la intervención de las Fuerzas Armadas
Gutiérrez señaló que durante el conflicto, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, nunca apareció a pesar de ser la autoridad competente. En su lugar, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, salió a golpear la ventana de una tanqueta frente a los medios de comunicación. Además, enfatizó que el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, no tenía competencia para realizar un allanamiento y aprehender a Zúñiga. Esto demuestra, según Gutiérrez, que el Gobierno no solo gobierna con el Órgano Electoral y el Órgano Judicial, sino también con las Fuerzas Armadas, lo cual pone en riesgo la democracia en Bolivia.
El acto armado como respuesta a las protestas y la crisis económica
Por su parte, el diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), Freddy López, ratificó que todo fue un acto armado para sofocar las protestas de diversos sectores sociales y encubrir la notoria crisis económica. López aseguró que la gente exigirá al Presidente Luis Arce rendir cuentas por esta situación. Sin embargo, a pesar del supuesto golpe, López afirmó que la gente continuará reclamando y eventualmente saldrá a las calles debido a problemas recurrentes como la falta de dólares, la escasez de combustible y el aumento de los insumos de la canasta familiar.