Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Concordia de Canadá ha logrado un avance significativo en el campo de la monitorización de la glucosa en pacientes diabéticos. Mediante el uso de sensores de papel basados en fluorescencia, han desarrollado un método no invasivo para medir pequeñas concentraciones de glucosa en el fluido lagrimal de los pacientes.
En lugar del tradicional pinchazo en los dedos para extraer sangre, los investigadores proponen la medición a través del fluido lagrimal, lo cual resulta menos doloroso e invasivo para los pacientes diabéticos. Para lograrlo, utilizan nanopartículas dopadas con neodimio y erbio, dos tipos de iones de tierras raras.
Avances en sensores de glucosa
El trabajo, publicado en la revista «Colloids and Surfaces B: Biointerface`s», abre nuevas posibilidades en el desarrollo de sensores de glucosa basados en tierras raras. Estos sensores podrían mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes con diabetes al proporcionar una forma más cómoda y menos invasiva de monitorear sus niveles de glucosa.
Alta sensibilidad en la detección de glucosa
Debido a que el fluido lagrimal contiene concentraciones de glucosa significativamente menores que la sangre, es necesario utilizar herramientas de alta sensibilidad para su detección. En este caso, las nanopartículas dopadas con tierras raras demuestran ser una opción prometedora. Estas nanopartículas presentan propiedades ópticas únicas, incluyendo su capacidad para generar luz visible y cómo esta puede ser afectada por el medio que las rodea.
Medición de la concentración de glucosa
Los investigadores utilizaron los cambios en la emisión de luz visible de las nanopartículas, inducidos por la molécula de glucosa, para medir su concentración en el fluido lagrimal. Esta innovadora técnica ofrece una forma precisa y confiable de monitorear los niveles de glucosa en pacientes diabéticos.
Sensor económico y portátil
Además de su alta sensibilidad, los sensores desarrollados son económicos, fáciles de preparar y portátiles. Al incorporar las nanopartículas en un medio poroso como el papel, se logra un sensor que cumple con todos estos requisitos. Esto abre la puerta a una monitorización más accesible y conveniente para los pacientes diabéticos.
Fuente: EFE