El líder norcoreano, Kim Jong-un, sorprendió al presidente ruso, Vladímir Putin, al regalarle dos perros blancos de caza de la raza coreana Pungsan. Este gesto tuvo lugar después de una cumbre histórica en Pionyang, donde ambos líderes firmaron un acuerdo clave para la continuación de sus relaciones bilaterales.
Durante el encuentro, Kim presentó los perros a Putin mientras paseaban por el jardín del Palacio de Invitados de Kumsusan, donde se hospedó el líder ruso. Putin, conocido por su pasión hacia los perros, mostró su agradecimiento por el regalo.
Perros Pungsan, símbolo nacional de Corea del Norte
Los perros Pungsan son considerados un símbolo nacional para Corea del Norte. Originarios de la meseta de Kaema, eran utilizados para la caza y se caracterizan por su fuerza y nobleza. Según las leyendas coreanas, estos perros cazadores son capaces de enfrentarse a un tigre. Además, están adaptados a las regiones montañosas y tienen un temperamento noble, por lo que son leales y nunca atacarían a sus dueños.
Un regalo con historia
No es la primera vez que Kim Jong-un regala perros de la raza Pungsan a líderes extranjeros. En 2018, obsequió dos perros de esta raza al expresidente surcoreano Moon Jae-in durante su cumbre. Asimismo, su padre, Kim Jong-il, también regaló perros de la misma raza al expresidente surcoreano Kim Dae-jung durante la cumbre intercoreana del año 2000.
Regalos inusuales en una cumbre histórica
La cumbre entre Kim Jong-un y Vladímir Putin marcó la primera visita del mandatario ruso a Corea del Norte en más de 24 años. Además de los perros Pungsan, Putin hizo llegar a Kim una limusina rusa presidencial tipo Aurus, un regalo que podría violar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíbe el suministro de artículos de lujo a Corea del Norte.
Los medios rusos y norcoreanos difundieron fotografías y vídeos de ambos líderes intercambiando gestos de complicidad y sonrisas mientras se turnaban al volante dentro del vehículo.
Acuerdo para fortalecer la asociación estratégica
En el marco de la cumbre, Kim Jong-un y Vladímir Putin firmaron un «Acuerdo Integral de Asociación Estratégica» que reemplaza a los acuerdos bilaterales previos entre Moscú y Pionyang. Este acuerdo establece que ambas partes se comprometen a no firmar pactos con terceros países que vayan en contra de los intereses fundamentales del otro ni participar en tales actos.