Miles de mexicanos residentes en Estados Unidos se quedaron este domingo 2 de mayo sin poder votar, a pesar de hacer largas filas en los consulados durante todo el día, debido a las deficiencias de un sistema electrónico lento y la falta de suficientes casillas para votar, lo cual evidenció las fallas de un Instituto Nacional Electoral (INE) desbordado.
Los 20 consulados operativos en el país, donde por primera vez se pudo votar presencialmente el mismo día de las elecciones, se vieron sobrepasados por los miles de ciudadanos que deseaban ejercer su derecho al voto en las elecciones más grandes de la historia, con 97 millones de personas convocadas a las urnas.
Según el INE, 258.461 personas podrán ejercer su voto desde el extranjero en estas elecciones, la mayoría de ellas residentes en Estados Unidos. Fuera del país, solo hay tres consulados operativos donde se pudo votar: Madrid, París y Montreal.
Aunque se podía votar por correo y electrónicamente en las semanas previas, muchos prefirieron acercarse este domingo a los consulados de ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Washington, los cuales se vieron completamente desbordados, según constató EFE.
En la capital estadounidense, las puertas cerraron a las 20:00 horas locales, 18:00 horas de México, al igual que en el país latinoamericano, entre abucheos de la gente que exigía una extensión del horario de votación.
Sin embargo, esta petición no se materializó. «Por normativa del INE no podemos extendernos más», explicó el presidente de la casilla, Daniel Álvarez, ante una fila de personas que no pudieron votar y que daba la vuelta a la manzana.
Los problemas fueron varios. El principal, explicó esta mañana a EFE el representante del INE en la capital estadounidense, Ricardo Sánchez, fue la lentitud y la dificultad que algunas personas tuvieron para utilizar el sistema electrónico recién estrenado, el cual solo ofrecía tabletas como opción para votar.
A falta de media hora para el cierre de este consulado, que solo tenía cinco mesas instaladas, habían votado 640 personas, 255 de las cuales ya se habían registrado y 385 no registradas.
Otro problema fue que se animó a la población a votar aunque no estuviera registrada, lo cual generó una afluencia mucho mayor de la esperada.
«Nos comentaron que había 1.500 boletas para las personas no registradas y por eso estuvimos con paciencia esperando y en ningún momento del día nadie salió para decirnos que nos fuéramos», apuntó Angélica Mejía, quien no pudo votar a pesar de haber esperado ocho horas.
A falta de tres horas para el cierre de las nueve mesas de votación instaladas en el consulado de Los Ángeles, donde 1.362 personas estaban registradas para votar, solo habían votado 544, según afirmó Leobardo Mendoza, enlace del INE en Los Ángeles, y se esperaba que votaran «200 o 300 más». Además de los registrados, otras 1.500 personas no registradas podían votar.
El funcionario también atribuyó las fallas a la lentitud del sistema electrónico: «Las urnas electrónicas implican que los ciudadanos tienen que utilizar un dispositivo electrónico y la mayoría de los que han venido son adultos mayores que carecen de esas habilidades digitales», explicó.
Fuente: EFE
