En Bolivia, los deportistas enfrentan desafíos significativos debido a la falta de apoyo institucional y la escasez de centros de alto rendimiento. A pesar de los esfuerzos de los atletas, el país andino aún no ha logrado obtener medallas en los Juegos Olímpicos.
En la historia de los Juegos Panamericanos, Bolivia ha obtenido solo tres medallas de oro, mientras que en los Suramericanos ha logrado 33 preseas doradas. Sin embargo, alcanzar el podio olímpico sigue siendo un objetivo pendiente.
En el pasado, era común ver a los deportistas bolivianos solicitando ayuda institucional o incluso vendiendo productos para financiar sus viajes a competencias internacionales. Aunque algunas autoridades y empresas han brindado respaldo a los competidores, la falta de apoyo y la falta de instalaciones adecuadas de entrenamiento continúan siendo desafíos crónicos en el deporte boliviano.
Desafíos económicos y falta de espacios adecuados de entrenamiento
El entrenador de gimnasia Cristian Salazar destaca que los deportistas enfrentan dificultades económicas a medida que avanzan en su carrera. Mientras que la iniciación deportiva puede ser relativamente económica, alrededor de $100 al mes, los costos aumentan significativamente cuando los jóvenes atletas deben competir en torneos internacionales. Según Salazar, cada año se necesitaría invertir entre $10,000 y $15,000 en la preparación de un deportista de élite.
Además de los desafíos económicos, los deportistas bolivianos también se enfrentan a la falta de tiempo para prepararse adecuadamente. A diferencia de otros países, donde los atletas pueden dedicarse al deporte a tiempo completo, los deportistas bolivianos deben equilibrar sus entrenamientos con una vida normal, lo que crea una brecha significativa en su rendimiento.
El apoyo estatal y la formación de entrenadores
El apoyo estatal en Bolivia se ha enfocado en el programa «Tunkas», que brinda una ayuda económica mensual de 3,000 bolivianos (aproximadamente $431) a unos 20 deportistas de diez disciplinas. Sin embargo, este apoyo es limitado y no aborda completamente las necesidades de todos los atletas.
En cuanto a la formación de entrenadores, la mayoría de ellos se capacitan en institutos estatales de educación física, que se centran en la enseñanza recreativa de deportes en escuelas y colegios. Los entrenadores más destacados suelen involucrarse en asociaciones deportivas específicas, pero su principal fuente de ingresos depende de su trabajo en el sistema educativo.
La formación de entrenadores de alto rendimiento en Bolivia depende en gran medida de las becas otorgadas por el Comité Olímpico Internacional, ya que es difícil para los entrenadores bolivianos acceder a cursos en el extranjero por sus propios medios.
La esperanza en los deportes de resistencia física
A pesar de los desafíos, Bolivia tiene una ventaja en los deportes de resistencia física, especialmente en atletas que se entrenan a altitudes superiores a los 3,500 metros sobre el nivel del mar. El fondista Héctor Garibay se destaca como una de las principales esperanzas para alcanzar el podio en los Juegos Olímpicos de París.
En resumen, la falta de apoyo institucional y la escasez de centros de alto rendimiento continúan siendo obstáculos significativos para el desarrollo del deporte en Bolivia. Aunque se han realizado esfuerzos para respaldar a los atletas, es necesario un mayor compromiso y recursos para que el país andino pueda competir en igualdad de condiciones en eventos deportivos internacionales.
