La ciudad de Oruro vivió una emotiva procesión del Santo Sepulcro para conmemorar la Pasión y Muerte de Cristo en la Cruz. Miles de fieles se unieron en esta tradicional celebración, renovando su fe y acompañando la imagen del Señor de la Columna en su recorrido por las calles principales.
En el marco de esta conmemoración, se llevó a cabo el sermón de las siete palabras, que recuerda las últimas frases pronunciadas por Jesús antes de su muerte. Estas palabras, llenas de significado y trascendencia, nos invitan a reflexionar sobre el perdón, la compasión y la entrega total de Jesús por la humanidad.
Las siete palabras son: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23,34), «Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23,43), «Mujer, he ahí tu hijo. He ahí tu madre» (Juan 19,26-27), «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mateo 27,46; Marcos 15,34), «¡Tengo sed!» (Juan 19,28), «Todo está cumplido» (Juan 19,30) y «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lucas 23,46).
Adoración a la Santa Cruz
Posteriormente, se llevó a cabo la celebración de la Adoración a la Santa Cruz, presidida por el Obispo de la Diócesis de Oruro, Monseñor Cristóbal Bialasik. Durante esta emotiva ceremonia, se recordó el sufrimiento de Jesús en la cruz y se invitó a los fieles a reflexionar sobre el sacrificio redentor de Cristo.
Procesión del Santo Sepulcro
La procesión del Santo Sepulcro fue uno de los momentos más destacados de la celebración. La imagen del Señor de la Columna fue llevada en procesión, acompañada por estudiantes del Colegio Ignacio León y la banda del Colegio Liceo Oruro.
A lo largo del recorrido, se sumaron otras imágenes sagradas, como la de San Juan y la Virgen Dolorosa, acompañadas por estudiantes de los colegios Liceo Oruro y Bethania respectivamente. También se unieron religiosos encabezados por el Obispo, así como estudiantes del Colegio Nacional Simón Bolívar y el pueblo en general.
La procesión partió de La Catedral y recorrió las calles principales de la ciudad, concluyendo en el punto de inicio para recibir la bendición final.
