Este tercer viernes de Ramadán, alrededor de 125.000 musulmanes se congregaron en la mezquita de Al Aqsa, ubicada en la Ciudad Vieja de Jerusalén oriental. A pesar de la ocupación y anexión por parte de Israel, no se registraron incidentes significativos durante las oraciones, según informó la Policía.
La mezquita de Al Aqsa se encuentra en el complejo de la Explanada de las Mezquitas, considerado el tercer lugar más sagrado para el islam después de La Meca y Medina. La autoridad islámica encargada de gestionar el complejo, conocida como el Waqf, estima que alrededor de 125.000 personas participaron en las oraciones del viernes.
Tranquilidad en medio de tensiones
A pesar de las restricciones de acceso impuestas por Israel, especialmente a jóvenes musulmanes de Cisjordania, este mes sagrado ha transcurrido en relativa calma. Contrariamente a los pronósticos de violencia, no se han reportado disturbios ni episodios de violencia en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Arrestos por «incitación y apoyo al terrorismo»
La Policía israelí informó que se realizaron once arrestos en la Ciudad Vieja, incluyendo a personas sospechosas de «incitación y apoyo al terrorismo». Estas acusaciones pueden estar relacionadas con acciones como ondear una bandera palestina en público.
Contexto de conflicto
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, había pronosticado violencia durante el Ramadán debido a las restricciones de acceso a Jerusalén y a la situación en la Franja de Gaza. Sin embargo, hasta el momento, el mes sagrado ha transcurrido sin incidentes graves.
Participación cristiana en el Viernes Santo
Además de los musulmanes, cientos de cristianos también participaron en la procesión y misa del Viernes Santo en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Aunque en años anteriores esta celebración solía ser multitudinaria, este año la participación fue menor.
Fuente EFE.