El sector de hidrocarburos en Bolivia enfrenta desafíos significativos debido a la disminución en la producción de gas natural y la falta de una certificación actualizada de sus reservas. Expertos advierten que esto podría llevar al país a dejar de exportar gas en un futuro cercano y tener que recurrir a la importación para satisfacer su demanda interna.
La producción de gas ha disminuido de 49,9 trillones de metros cúbicos al día en 2014 a 40 mm3d en 2022, mientras que las exportaciones de hidrocarburos han caído de 6.624 millones de dólares a 3.050 millones en el mismo período, según datos oficiales.
Esta reducción ha llevado al sector de hidrocarburos a descender al tercer lugar en las exportaciones, por debajo de la minería y los productos no tradicionales.
Situación de las Reservas de Gas
El Presidente de Bolivia, Luis Arce, ha mencionado que las reservas de gas han ido disminuyendo, pero no ha proporcionado cifras concretas sobre la situación de los yacimientos de hidrocarburos.
En 2018, se reportaron 10,7 trillones de pies cúbicos de reservas probadas de gas natural, con una duración estimada de 14,7 años. Sin embargo, informes oficiales indican que las reservas llegaron a 8,95 TCF en ese mismo año.
Nueva Certificación de Reservas
En marzo de 2023, el Gobierno contrató a la empresa estadounidense Ryder Scott Company LP para llevar a cabo una nueva certificación de reservas, cuyos resultados aún no se han dado a conocer públicamente.
Situación Crítica y Perspectivas Futuras
Expertos en hidrocarburos señalan que Bolivia enfrenta una situación crítica y, de mantenerse la tendencia a la baja en las reservas, el país podría verse obligado a importar gas en 2029.
Se han implementado planes para reactivar la exploración y producción de hidrocarburos, con la esperanza de aumentar la producción y garantizar el abastecimiento interno en el futuro.