Bolivia

Programa de conservación en Bolivia protege a los flamencos altoandinos y rastrea sus rutas migratorias con anillos codificados

Un flamenco altoandino en el bioparque municipal "Vesty Pakos, en La Paz (Bolivia) / EFE

Los flamencos altoandinos de Sudamérica son aves protegidas en un programa de conservación en Bolivia, donde se les colocan anillos codificados para conocer sus rutas migratorias y se rescatan e incuban los huevos desechados que no son aptos para el consumo. Con esto, se busca preservar esta especie declarada vulnerable.

El Programa de Conservación de Flamencos Altoandinos surgió tras una primera iniciativa del Bioparque Municipal Vesty Pakos para rescatar unos huevos de flamencos, explicó a EFE el biólogo Omar Rocha, administrador del centro de custodia de fauna silvestre ubicado en el Sur de La Paz.

Huevos recolectados y descartados por la comunidad

Los habitantes comunitarios que viven cerca de la Laguna Colorada, el sitio más importante para la reproducción de estas especies a nivel regional, suelen recolectar huevos de flamenco para consumo familiar. Sin embargo, los huevos con embriones ya formados son descartados, dijo el experto.

El rescate ocurrió en 2015 y fue previamente aprobado por la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Se coordinó con entidades como el Centro de Estudios en Biología Teórica y Aplicada (Biota) y la carrera de Biología de la Universidad Estatal de La Paz. También participó el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), a través de la Reserva Nacional Fauna Andina Eduardo Abaroa, un sitio ubicado en el Suroeste del país donde está la Laguna Colorada.

De los huevos rescatados, diez flamencos sobrevivieron y actualmente viven en el bioparque en un ambiente construido específicamente para albergarlos de forma responsable, afirmó Rocha.

Una cuidadora muestra un afiche informativo sobre flamencos que viven en el Bioparque Municipal Vesty Pakos, dentro del Programa de Conservación de Flamencos Altoandinos / EFE

Especies de flamencos altoandinos

Rocha explicó que existen seis especies de flamencos en el mundo: los africanos, americanos, caribeños y las tres que habitan en las zonas altoandinas de Bolivia, el Sur peruano, el Norte chileno y el Noroeste argentino. Estas especies son el flamenco chileno, andino y de James o de la puna. Están adaptadas principalmente a la altura ya que viven entre los 3.000 y 5.200 metros sobre el nivel del mar.

Hábitats amenazados y principales depredadores

Cada especie tiene diferentes características en cuanto a coloración de plumas, pico y patas, postura vocalización y comportamiento. Los flamencos andinos y los de James tienen laminillas más finas en su pico para filtrar su alimento consistente en algas diatomeas; mientras que los chilenos consumen crustáceos y dafnias, entre otros.

Nidificación en Laguna Colorada y amenazas

Las tres especies habitan juntas y se sabe que la Laguna Colorada es su único sitio estable para nidificar. Sus depredadores naturales son el zorro andino y las gaviotas andinas; sin embargo, la principal amenaza es la destrucción de sus hábitats debido a actividades como la minería o sequías prolongadas, explicó Rocha. La recolección de huevos sin control o planificación también puede ser una amenaza, aunque los flamencos en las áreas protegidas bolivianas están bien conservados.

Rutas migratorias y colaboración internacional

En invierno, cuando la temperatura en el Suroeste boliviano desciende hasta los 25 grados centígrados y las lagunas se congelan, los flamencos migran a otros lugares para conseguir alimento. Se desplazan hacia los lagos Poopó y Uru Uru en la región vecina de Oruro, hacia humedales en el Sur peruano o Norte chileno, o a sitios argentinos como la laguna Mar Chiquita o Melincué que están cerca del nivel del mar.

Censo y anillado para conocer rutas migratorias

Argentina, Bolivia, Chile y Perú realizan desde hace varias décadas actividades conjuntas de monitoreo y censos simultáneos de las aves dentro del Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos. El censo se realiza cada cinco años en más de 230 humedales en los cuatro países y se estima que hay aproximadamente 250.000 flamencos chilenos, 120.000 flamencos de James y 70.000 flamencos andinos en la región.

Para conocer las rutas migratorias, el bioparque junto con Biota, los guardaparques de la reserva Eduardo Abaroa y jóvenes de las comunidades cercanas realizan anualmente un anillado de pichones. Entre 500 a 800 aves son llevadas a un área donde se les pesa y toma medidas; luego se les coloca un anillo de PVC en la pata con cuatro letras que equivalen a una identificación personal. Los flamencos son liberados inmediatamente y eventualmente se reciben reportes de avistamientos en Argentina, Perú o Chile, intercambiando información sobre el lugar donde los animales fueron anillados.

Fuente: EFE


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