Las policías de Ecuador y España dieron este martes un golpe a la mafia albanesa con un operativo conjunto en el que detuvieron a 30 personas por su presunta vinculación con el envío de grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica a Europa y el lavado de dinero, por al menos 32 millones de dólares.
Entre los detenidos en la operación denominada «Pampa» hay 18 personas en Ecuador y 12 en España, de nacionalidades ecuatoriana, española, argentina, colombiana, albanesa y china. Estas personas estaban involucradas en al menos once operaciones para llevar cargamentos de cocaína producida en el Valle del Cauca (Colombia) a Europa mediante embarques de banano desde puertos ecuatorianos.
Dos años y medio de investigación
El operativo fue producto de una investigación que duró dos años y medio e implicó la participación de aproximadamente 750 agentes policiales: 400 en Ecuador y 350 en España. Durante el registro se inspeccionaron un total de 42 inmuebles: 33 en territorio ecuatoriano y nueve en territorio español, ubicados principalmente en ciudades como Barcelona, Málaga y Valencia.
Incautaciones durante las intervenciones
Durante las intervenciones se incautaron un total de 22 vehículos, ocho armas, 27 teléfonos celulares y diez dispositivos electrónicos. Además se decomisaron aproximadamente 500.000 euros en España y una cantidad aún no determinada de dólares en Ecuador.
Desmantelamiento de la organización
Como parte de la investigación previa se logró decomisar un total de 2,3 toneladas de cocaína tanto en Ecuador como en varios países europeos.
Según la Policía ecuatoriana, el líder de esta organización es el albanés Dritan Gjika, quien estaba vinculado al empresario ecuatoriano Rubén Chérres. Chérres fue asesinado el año pasado después de que se revelara una investigación policial que indagaba en los nexos que tenía con este presunto narcotraficante. Además, Chérres también estaba implicado en una presunta trama de corrupción en empresas públicas y era amigo del cuñado del entonces presidente Guillermo Lasso.
Empresas para lavado de dinero
En una rueda de prensa, el director antidrogas de la Policía Nacional de Ecuador, Willian Villarroel, señaló que Gjika y Chérres eran socios en varias empresas constructoras. Sin embargo, hasta ahora no hay indicios de su participación directa en el envío de droga.
Métodos utilizados por la organización
Villarroel detalló que la organización contaba con seis empresas en Ecuador y cuatro en España «con una gran actividad comercial que facilitaba el lavado de dinero». Estas empresas se encargaban principalmente de comercializar los cargamentos de banano donde se camuflaba la droga.
Según las investigaciones policiales, Gjika realizaba los pedidos de droga a laboratorios productores colombianos y coordinaba la venta en Europa. Posteriormente, la droga era trasladada por carretera a varios centros de acopio ubicados en las provincias ecuatorianas Cotopaxi, Los Ríos y Guayas antes de ser introducida subrepticiamente en cargamentos de banano que se exportaban en buques con destino a España, Bélgica, Países Bajos, Turquía y Albania.
Punto clave para el narcotráfico
Rodeado por Colombia y Perú, los dos mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador se ha convertido en los últimos años en un punto clave para las mafias del narcotráfico. Estas utilizan sus puertos para intentar trasladar droga especialmente a Europa y Norteamérica, los mayores consumidores.
Conflicto armado interno contra el crimen organizado
Para ello, las bandas del crimen organizado que operan en Ecuador han establecido vínculos con los carteles mexicanos Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, así como con la mafia albanesa para realizar envíos a Europa según las autoridades ecuatorianas.
Fuente: EFE.
