La escasez de agua no solo depende de la cantidad, sino también de su calidad. Según un estudio publicado por Nature Communications, se estima que para el año 2050, aproximadamente un tercio de las subcuencas del planeta enfrentará una grave escasez de agua limpia, lo que podría afectar a 3.000 millones adicionales de personas.
El estudio, realizado por investigadores liderados por la Universidad de Wageningen en Holanda, analizó más de 10.000 subcuencas para evaluar globalmente la futura escasez de agua limpia en la década del 2050. A diferencia de las evaluaciones clásicas que solo consideran la cantidad de agua disponible, este análisis también tuvo en cuenta el aspecto de la contaminación del agua.
Nitrógeno aumenta escasez en ríos
En particular, se enfocaron en la contaminación por nitrógeno en los ríos y descubrieron que esto aumenta drásticamente el número de sistemas fluviales con escasez si se tiene en cuenta la calidad del agua. Según los autores del estudio, muchas subcuencas ubicadas en el sur de China, Europa Central, Norteamérica y África podrían convertirse en focos importantes de escasez debido a sus altos niveles de contaminación por nitrógeno.
Fuentes vitales afectadas por actividades humanas
Las subcuencas son fuentes vitales tanto para el suministro de agua potable como para actividades urbanas y económicas a gran escala. Sin embargo, estas actividades pueden contribuir a la contaminación a través del sistema cloacal y el uso del suelo. La agricultura cercana a los ríos también puede ser una fuente importante pero no puntual de contaminación.
Proyecciones alarmantes para 2050
Los resultados revelaron que en 2010, el agua en 2.517 subcuencas se consideraba escasa tanto en cantidad como en calidad, mientras que solo 984 subcuencas presentaban escasez únicamente en términos de cantidad. Según las proyecciones del estudio, el número de subcuencas con escasez de agua podría triplicarse debido a la futura contaminación por nitrógeno en todo el mundo.
Necesidad urgente de abordar la calidad del agua
En el peor de los escenarios planteados por los autores, para el año 2050 se estima que habrá 3.061 subcuencas con riesgo de sufrir escasez tanto en cantidad como en calidad. Esto implicaría una superficie adicional de cuenca de 40 millones de kilómetros cuadrados y afectaría a 3.000 millones más de personas.
Ante estos hallazgos, los investigadores resaltaron la urgente necesidad de abordar la calidad del agua en las políticas futuras de gestión del agua para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Fuente: EFE