Los defectos de nacimiento son anomalías físicas o del desarrollo que ocurren durante el embarazo y pueden afectar cualquier parte del cuerpo, incluyendo órganos, huesos, músculos, piel y sistema nervioso.
Existen muchas causas de los defectos de nacimiento, incluyendo factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Entre los factores ambientales que aumentan el riesgo se encuentran la exposición a toxinas, infecciones y radiaciones. Por otro lado, los factores de estilo de vida como el consumo de alcohol, tabaco y drogas también incrementan dicho riesgo.
Medidas para prevenir los defectos de nacimiento
Para prevenir o disminuir estas causas existen varias medidas que las mujeres pueden tomar:
- Planificar el embarazo: es importante que las mujeres que planean quedar embarazadas consulten con su médico sobre cómo reducir su riesgo.
- Tomar ácido fólico: esta vitamina B ayuda a prevenir defectos del tubo neural como la espina bífida. Las mujeres en edad fértil deben consumir 400 microgramos (mcg) diarios desde al menos un mes antes del embarazo hasta las 12 semanas.
- Evitar alcohol, tabaco y drogas: su consumo durante el embarazo puede ocasionar diversos defectos como problemas cardíacos, retraso mental y dificultades en el aprendizaje.
- Vacunarse: algunas vacunas protegen tanto a la madre como al bebé contra infecciones que pueden causar defectos de nacimiento. Es importante consultar con el médico sobre qué vacunas están recomendadas durante el embarazo.
- Mantener una dieta saludable: una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras ayuda a reducir el riesgo de defectos de nacimiento.
Pruebas prenatales para detectar defectos de nacimiento
En caso de que una mujer tenga un alto riesgo, su médico puede recomendar pruebas prenatales como la amniocentesis o la biopsia de vellosidades coriónicas para detectar tempranamente los defectos y tomar decisiones informadas sobre el tratamiento.