El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, presentó este jueves los diseños de las dos nuevas cárceles que se construirán en el país y que serán como las de máxima seguridad de El Salvador y México. Desde el palacio presidencial de Carondelet, sede del Ejecutivo, en el centro histórico de Quito, Noboa presentó los diseños aprobados para la construcción de las nuevas prisiones, que se edificarán en las provincias de Pastaza (Amazonía) y Santa Elena (costa).
La presentación se realizó en un acto sin acceso a prensa y fue difundida mediante un mensaje en vídeo donde Noboa estuvo flanqueado por la ministra de Gobierno y Interior, Mónica Palencia, y el ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo.
Anuncio en medio del conflicto armado interno
El anuncio se dio en medio del «conflicto armado interno» declarado el martes por el mandatario para combatir a las bandas del crimen organizado, que han protagonizado una escalada de violencia en las calles y cárceles de Ecuador. Ha habido motines en al menos siete prisiones donde permanecen retenidos 178 funcionarios penitenciarios. Los actos violentos incluyeron atentados donde murieron dos policías, explosiones, vehículos incendiados e incluso el asalto armado a un canal de televisión. Todo esto ocurre mientras el Gobierno busca recuperar el control de las cárceles del país.
Plan para aislar a líderes criminales
Este plan supone aislar a los líderes de las bandas criminales mientras se construyen estas dos cárceles en Pastaza y Santa Elena. Sin embargo, el pasado domingo se registró la fuga del líder de la banda «Los Choneros», José Adolfo Macías `Fito`, antes de ser trasladado a una cárcel de máxima seguridad.
Nuevos complejos penitenciarios con alta seguridad
«Es el inicio de un urgente saneamiento del sistema penitenciario ecuatoriano que ha estado durante décadas controlado por las mafias», aseguró el mandatario.
El jefe de Estado detalló que los nuevos complejos penitenciarios contarán con inhibición de señal celular y satelital, sistemas electrónicos con tecnología avanzada, control de acceso digital y análogo, triple seguridad perimetral y autogeneración eléctrica. Además, tendrán sistema de tratamiento de aguas, construcción blindada, guardias sin rostros y cumplirán con licencias y permisos ambientales.
Las cárceles tendrán capacidad para custodiar a 736 presos en tres módulos: uno de alta seguridad con 160 celdas para cuatro reos cada una; un segundo módulo será de máxima seguridad con 32 celdas para dos presos cada una; finalmente, el tercer módulo será de súper máxima seguridad para 32 reos «con un alto nivel de peligrosidad», uno por celda.
Objeciones de la Confederación de Nacionalidades Indígenas
En el comunicado oficial no se detalló la fecha ni el costo exacto del inicio de las construcciones. Noboa añadió: «Este es un paso más para poder controlar al terrorismo y al crimen organizado, para lo que se necesita leyes más duras, jueces honestos y la posibilidad de extraditar a los más peligrosos».
El jefe de Estado agradeció a la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, la comunidad internacional y los ecuatorianos «por su respaldo y valentía para enfrentar este conflicto interno contra el terrorismo». Subrayó: «Hoy estamos ejecutando el `Plan Fénix` en todo el país mediante las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. No vamos a permitir que un grupo de terroristas detenga al país».
Sin embargo, el anuncio de la construcción de la prisión en la provincia amazónica de Pastaza ha sido objeto de oposición por parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie), que considera que se están vulnerando sus derechos colectivos de consulta previa, libre e informada. La Confenaie señaló en un comunicado que los territorios indígenas no pueden seguir siendo zonas donde se instalen proyectos que no solucionan el problema desde su raíz. Recordaron además que el 89% del territorio de Pastaza pertenece a comunidades indígenas.
Fuente EFE