El Gobierno de Venezuela ha extraído este año 134.756 toneladas de desechos sólidos, muchos impregnados de petróleo, del Lago de Maracaibo, el más grande del país. Aún quedan residuos y costas contaminadas por fugas de crudo.
El vicepresidente de Obras Públicas y Servicios, Néstor Reverol, indicó a través de Instagram que estos desechos fueron recogidos desde agosto pasado, cuando el Gobierno puso en marcha un plan de saneamiento del estuario. Este se encontraba afectado por la confluencia de desperdicios, la proliferación de una bacteria llamada verdín y los frecuentes derrames de petróleo provenientes de la estatal Pdvsa.
Sustitución y fiscalización para evitar futuros derrames
Además de la basura extraída, el Ejecutivo ha sustituido 400 kilómetros de las tuberías sumergidas en estas aguas pertenecientes a Pdvsa por otras más flexibles para evitar los derrames y las filtraciones en este importante reservorio de agua dulce del país, según indica el mensaje. Reverol reiteró que estos logros son solo el comienzo del plan. Se prevé sustituir 700 kilómetros adicionales de tuberías para que el lago recupere su tonalidad azul y fiscalizar todas las empresas que operan en estas aguas.
Persiste la contaminación en algunas zonas
En relación a esto, José Luzardo, un pescador de 50 años explicó a EFE que aunque hay partes saneadas, persiste el problema en varias zonas como donde él reside en el municipio San Francisco. «Todavía tenemos contaminación en el lago; no hemos podido sacar un camarón», según señala Luzardo. Además habla de orillas totalmente perdidas en petróleo, lo que termina siendo una barrera para quienes intentan entrar en estas aguas.
Acciones tomadas para mitigar la contaminación
Entre las acciones tomadas por el Ejecutivo en los últimos cinco meses destaca el despliegue de cientos de pescadores que, a bordo de sus embarcaciones, han ayudado en la extracción de plásticos. Además, trabajadores públicos y voluntarios han comenzado a limpiar un total de 600 playas afectadas por la contaminación. Algunas están hoy aptas para el uso de los lugareños.
Emergencia ambiental y económica
Aunque el Ejecutivo insiste en que el lago se encuentra en excelentes condiciones, ambientalistas y pobladores creen que se vive una emergencia que debe seguir siendo atendida para mitigar el impacto negativo en la economía lacustre y reducir la proliferación de enfermedades asociadas a la contaminación.
Fuente: EFE