Al cumplirse un mes del paso del huracán Otis, considerado el más potente en la historia de México, la devastación sigue presente en Acapulco. Los habitantes critican la respuesta tardía del Gobierno para apoyar a los más de 250.000 damnificados.
Las calles de Acapulco, una de las ciudades turísticas más importantes de México, continúan llenas de basura. La mayoría de los edificios ubicados en primera línea de playa solo mantienen su esqueleto y las casas en las colinas siguen llenas de lodo. Además, múltiples familias aún no encuentran a sus seres queridos que desaparecieron durante esa noche lluviosa y ventosa o quedaron atrapados bajo los escombros.
Habitantes claman por más ayuda gubernamental
En una entrevista con EFE, Jesús Zamora, dueño de varios restaurantes en la ciudad y presidente de infraestructura del Consejo Consultivo de Turismo, expresó: «La verdad es que tenemos Acapulco destrozado. No fue solo una parte, sino toda la ciudad se vio afectada: aquellos que tienen mucho, los que tienen poco y los que están en el medio. Todos sufrimos esta situación complicada. Necesitamos más ayuda».
Dificultades persistentes para recuperarse
Durante la entrevista realizada en uno de sus restaurantes -el cual sufrió menos daños que otros ubicados en la Costera- Zamora mencionó sentirse «más o menos relajado» cuando está allí; sin embargo, al salir a la calle se enfrenta nuevamente a las dificultades por las que atraviesa su ciudad y se da cuenta lo lejos que está aún la normalidad.
Lentitud en labores de reconstrucción
Los vecinos residentes en zonas altas también ven muy lejano el regreso a la normalidad. Muchos de ellos perdieron sus casas debido a los deslaves y se enfrentan a la lentitud en el avance de las labores de reconstrucción, ya que hay escasez de maquinaria y esta debe moverse constantemente por diferentes partes de la ciudad antes de terminar su trabajo.
Muertos y desaparecidos tras el huracán Otis
Además del hecho de no tener una vivienda habitable, algunos han perdido a varios familiares. Según cifras oficiales, hay 50 muertos y 30 desaparecidos.
Promesas gubernamentales ante las críticas
El jueves pasado, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador visitó Acapulco y prometió reconstruir rápidamente la ciudad, defendiendo así la respuesta de su Gobierno después de cuatro semanas del huracán Otis. Sin embargo, los habitantes protestaron para denunciar la falta de apoyo y la persistencia de personas desaparecidas.
Inversiones millonarias para reconstrucción
La agencia Fitch calcula pérdidas catastróficas por valor de 16.000 millones dólares debido al huracán, mientras que las cámaras empresariales prevén una inversión de hasta 300.000 millones de pesos para la reconstrucción de Acapulco en un plazo de dos años.
Apoyos gubernamentales insuficientes
Hasta ahora, el Gobierno ha entregado 11.836 paquetes de enseres domésticos, pero aún faltan por entregar más de 250.000. También se han distribuido más de 1 millón despensas y se ha comenzado a entregar apoyos económicos que oscilan entre los 35.000 y los 60.000 pesos a personas con viviendas o locales comerciales afectados.
Necesidad urgente de ayuda económica
El empresario Jesús Zamora aseguró que los establecimientos turísticos ya fueron censados; sin embargo, hasta ahora no han recibido ninguna ayuda económica.
Persisten problemas sanitarios y escasez del agua
Una vecina llamada Teresa Colin, residente en la colonia Colosio, relató a EFE que en su zona sí hubo entrega de enseres como colchones, estufas, juegos de sartenes, licuadoras, refrigeradores y ventiladores después del censo realizado por la Secretaría de Bienestar. Sin embargo, el problema más grave para ella es la escasez persistente del agua en su área y otras zonas donde las calles siguen llenas basura y muchas casas derrumbadas aún no han sido limpiadas; esto ya ha provocado enfermedades.
Recuperación turística en riesgo
Por último, Zamora aseguró que Acapulco no estará completamente recuperado para diciembre -la mejor temporada turística- como afirmó recientemente López Obrador. Esto representa un golpe para la economía de la ciudad, ya que el turismo es su principal fuente de ingresos.
Fuente EFE
