Bolivia ha experimentado una disminución alarmante del 50% en sus reservas de agua en los últimos 40 años, según advierte Marcos Nordgren, técnico e investigador de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (Pbfcc). Esta pérdida significativa se atribuye al cambio climático, amenazas socio-naturales y actividades antrópicas.
El retroceso de más del 50% en los glaciares andinos y la evaporación del 60% en embalses, represas y espejos de agua son indicadores clave de la crisis hídrica que afecta al país, especialmente en la región andina. Nordgren señala que esta área ha perdido más del 50% de sus reservas de agua desde la década de 1980, lo que ha afectado gravemente la flexibilidad para enfrentar la escasez de lluvias.
Disminución notable en La Paz, Chuquisaca y Potosí
Los departamentos de La Paz, Chuquisaca y Potosí han experimentado una disminución notable en sus reservas de agua, con embalses principales en La Paz registrando un almacenamiento del 41.65% al 7 de noviembre. Nordgren destaca la preocupante situación en Sucre, donde el caudal de Cajamarca, que abastece al 10% de la capital, ha disminuido en más del 50%.
Altiplano: Desaparición de lagos y reducción de ríos
La región del altiplano, según el investigador, es la más afectada, evidenciada por la desaparición del lago Poopó, la reducción del río Desaguadero y la disminución preocupante del lago Titicaca. La cuenca cerrada del lago Titicaca ha perdido la mitad de sus reservas de agua, principalmente debido al derretimiento acelerado de los glaciares.
Aumento de temperatura y evaporación en embalses
El cambio climático, con un aumento de temperatura entre 5 y 6 grados en altitudes de 5,000 a 6,000 metros, tiene un impacto significativo en la evaporación de los espejos de agua. La evaporación ha aumentado cerca del 60% desde la década de 1980, lo que representa una pérdida del entre el 40% y el 60% del volumen total de agua almacenada en represas y embalses.
Contaminación por actividades humanas afecta calidad hídrica
Además de los efectos del cambio climático, la contaminación por actividades extractivas y otras actividades humanas afecta gravemente la calidad de los recursos hídricos disponibles. En zonas de explotación minera se acumulan reactivos y metales pesados, amenazando la salud y los ecosistemas.
Estrés hídrico en áreas rurales afecta a ecosistemas
El estrés hídrico tiene un impacto particularmente severo en áreas rurales donde la falta de agua proveniente de glaciares ha dejado suelos más secos y áridos. El empeoramiento en la provisión para ecosistemas como la sequía que afecta a los bofedales está provocando la muerte de especies y afectando a los ganaderos camélidos.
Impacto en distribución del agua y conflictos
La pérdida de reservas también impacta en la distribución del agua a la población, como se evidencia en laguna Lakachaka donde disminuye el agua amenazando la supervivencia de peces y generando conflictos sobre el uso del líquido para pobladores en ciudad Potosí.
Necesidad urgente de abordar el cambio climático
Esta situación crítica destaca una urgente necesidad abordar el cambio climático y desarrollar medidas sostenibles para preservar recursos hídricos en Bolivia, un desafío que requiere colaboración de la sociedad e implementación de políticas ambientales efectivas.