Los conflictos entre las asociaciones municipal y departamental del futsal orureño, alcanzó el punto más crítico, afectando directamente a los deportistas, quienes pagan los “platos rotos” por los intereses personales de bandos bien marcados. En medio de este conflicto, la dirigencia departamental ha decidido no reconocer ningún campeonato organizado por la asociación municipal, de manera que Oruro tampoco tendrá representación en la Copa “Simón Bolívar” de Futsal femenina.
Este 2023 definitivamente es un año para el olvido en cuanto al ámbito dirigencial y administrativo del futsal orureño. Los intereses de los dirigentes de la municipal y departamental se han profundizado y lo que es peor no hay señales de solución.
El presidente de la Asociación Departamental de Futsal Oruro, Edgar Martínez, aseguró que no se reconocerá ningún campeonato organizado por el ente municipal argumentando que su directorio no está reconocido.
Esta postura afecta directamente al club Urus 2000, que recientemente se consagró campeón en el futsal damas y obtuvo deportivamente su lugar en la Copa «Simón Bolívar» rama femenina. Sin embargo, Martínez señaló que el club no será inscrito y se buscará algún representante de las demás asociaciones municipales: Huanuni, Poopó o Challapata.
Ante esta postura, la directiva de la Asociación Municipal de Futsal Oruro, tomó cartas en el asunto y emitió una conminatoria para que los clubes afiliados a la asociación departamental presenten sus cartas de desafiliación argumentando que su presencia en el ente departamental no corresponde según la Ley Nacional del Deporte. En caso de no acatar esta disposición, se les amenaza con sanciones.
A su vez, la asociación municipal convoca a una asamblea extraordinaria para el jueves 9 de noviembre, donde se tomarán posturas claras en contra de la dirigencia departamental y se buscará su completo desconocimiento.
Mientras la Comisión Nacional de Futsal Bolivia no ponga orden en estos temas y haga cumplir las reglamentaciones de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), que establecen la conformación de comisiones regionales manejadas por las asociaciones de fútbol, estos conflictos seguirán latentes. En síntesis, la “pelea” es por nada, puesto que lo correcto es formar son comisiones de futsal que dependan de manera directa de la AFO en el caso de Oruro e incluso luchar por tener representación en el Consejo Central.