La expresidenta Jeanine Añez ha rechazado los cargos de genocidio formulados por la Fiscalía en relación a los eventos de Senkata y Sacaba durante las manifestaciones de noviembre de 2019. La acusación busca una condena de 30 años de cárcel y ha llevado a Añez a compararse con figuras controvertidas como Adolf Hitler y la milicia palestina Hamás.
En una declaración pública, Añez ha argumentado que la acusación la coloca en la misma categoría que dictadores y genocidas, mientras ella sostiene que su gestión no implicó acciones que justifiquen dicha acusación. «Me acusan de genocidio como si fuera Hitler, Hamás o las dictaduras que aplauden. Genocida es matar al pueblo de hambre y droga, intoxicación con mercurio o incendios, cercar ciudades, prohibir paso de oxígeno y alimentos», publicó Añez en redes sociales.
Añez denuncia detención como acto cobarde
La exmandataria ha denunciado su detención en marzo de 2021 como un acto cobarde y aseguró que la situación actual es resultado de «la venganza del MAS», calificándola como «una dictadura pura». Manifestó su convicción de que no habrá justicia hasta que se realice un juicio de responsabilidades y Evo Morales responda ante un tribunal.
Abogado de Añez argumenta incorrecta aplicación del cargo
Por otro lado, el abogado de Añez, Luis Guillén, ha argumentado que se aplica incorrectamente el cargo de genocidio ya que no se cumple con el requisito para considerarlo así: exterminar a un grupo étnico. Guillén insistió en que corresponde un juicio de responsabilidades y no uno ordinario, anticipando que este aspecto podría llevar a la anulación del proceso en el futuro.
Caso evidencia complejidad judicial y polarización en Bolivia
El caso, marcado por fuertes tensiones políticas, pone de manifiesto la complejidad judicial y la polarización que persisten en Bolivia en relación a los eventos de 2019.
