La Comic Con de Nueva York ha reunido durante años a figuras clave de la industria del cómic, pero esta es la primera convención desde que la inteligencia artificial (IA) generativa ganó popularidad. Esta tecnología temida por los dibujantes permite a cualquier persona crear una ilustración basándose en sus trabajos con solo unos clics.
Este multitudinario evento de cuatro días, que termina este domingo y al que mucha gente asiste disfrazada de sus personajes favoritos, está dividido en varias secciones. Entre ellas se encuentra un área dedicada a los videojuegos, otra destinada a la venta de artículos de colección, una zona para paneles con expertos, un área de «photocall» para sacarse fotos con estrellas de Hollywood y otra exclusivamente para los dibujantes.
Dibujantes e ilustradores en acción
En esta última sección, ilustradores de todo el mundo se reúnen en diferentes puestos para charlar con sus admiradores, dar consejos a nuevos talentos, vender sus dibujos y hacer ilustraciones bajo demanda. Los creadores reciben solicitudes tanto para dibujar sus propios personajes como retratos o personajes específicos como Harley Quinn, Batman u otros más especializados, siempre en su propio estilo.
Herramientas tecnológicas controvertidas
Todas estas tareas pueden realizarse en cuestión de segundos gracias a herramientas como DALL-E (que forma parte de OpenAI al igual que ChatGPT) o Midjourney. Estos mecanismos pueden recrear y combinar cualquier estilo sin tener el permiso previo de los artistas.
La falta de ética en la IA generativa
El ilustrador español David Baldeón, quien ahora colabora con Marvel Comics, cuenta a EFE que estas herramientas pueden ayudar a los creadores a ser más rápidos, pero él no las utiliza debido a los «muchísimos problemas éticos que plantean». Además, Baldeón considera que el nombre dado a esta tecnología no es correcto, ya que no es «inteligente» porque «no crea absolutamente nada».
Denuncias por violación de derechos de autor
Una opinión similar se puede escuchar entre músicos, compositores, fotógrafos, escritores y guionistas. En septiembre, los escritores George R.R. Martin, John Grisham y Elin Hilderbrand, entre otros, denunciaron a la tecnológica OpenAI por violar sus derechos de autor y por un «robo sistemático a gran escala» de sus obras.
Falta de protección para los creadores
Hasta ahora, las empresas tecnológicas defienden que sus herramientas no plagian el contenido de los artistas sino que se inspiran en sus obras para crear contenido propio. Tanto los legisladores europeos como los estadounidenses están trabajando en crear regulaciones para poner límites a la IA generativa.
Necesidad urgente de regulaciones efectivas
No obstante, Baldeón cree que estas regulaciones, sobre todo si no existe una norma global, serán muy difíciles de aplicar debido a la naturaleza internacional de la industria del cómic. Por su parte, la dibujante italiana Eleonora Carlini, que trabaja para DC Comics, afirma que se necesitan regulaciones de inmediato y que el sistema burocrático de la Unión Europea es demasiado lento y complejo para poder regular la IA a la velocidad necesaria.
El temor por el futuro distópico
El temor por la IA de Carlini es tal que incluso imagina un «futuro distópico» en el cual los artistas tendrán que mostrar sus obras en espacios donde no se permitan tomar fotos o tener acceso a internet para evitar que la IA «robe el material».
La industria perjudica a los artistas
Este año, Marvel utilizó IA para crear la secuencia de créditos iniciales de la serie «Secret Invasion». La secuencia fue creada por Method Studios y muestra un montaje de pinturas en movimiento que representan la invasión de la Tierra.
Falta de apoyo hacia los artistas
Brian Cook, conocido por crear ilustraciones graciosas de objetos con traseros, opina que no considera una «buena idea» que Marvel haya optado por utilizar IA para crear contenido en lugar de contratar dibujantes. Según él, esto demuestra falta de apoyo hacia los artistas quienes son los responsables del éxito actual. Además, resulta difícil para los artistas ver esta situación.
Peligro de seguir el ejemplo
Alberto Jiménez Alburquerque también trabaja para Marvel y señala que si es propia industria comienza a «tirar piedras desde dentro», es muy complicado que el resto no siga su ejemplo.
Fuente: EFE
