La débil estructura del Gobierno de facto de los talibanes y la desorganización de las agencias complican la ayuda humanitaria tras la devastación de los terremotos en el Oeste de Afganistán, con más de 4.500 víctimas y personas todavía buscando familiares bajo tierra.
Los planes de coordinación y emergencia están en manos del Ministerio de Gestión de Desastres del Gobierno talibán, dirigido por líderes del movimiento que tomaron el poder en agosto de 2021, tras dos décadas de guerra y clandestinidad.
ONG se quejan del plan de coordinación
Las ONG presentes en el lugar se quejan del plan de coordinación, ya que la mayor parte de la ayuda está concentrada en un solo lugar al mismo tiempo, a pesar de que hay decenas de poblados en varios distritos devastados.
“Aquí se ha recibido ayuda de emergencia, pero es necesario coordinarla mejor. Diferentes organizaciones deberían cubrir las diferentes necesidades de la gente. No es útil recibir la misma ayuda por parte varias organizaciones al mismo tiempo”, dijo a EFE un trabajador humanitario en uno campos ubicado en la provincia Herat, donde ocurrieron los terremotos el pasado sábado.
Liderazgo talibán aislado y sancionado internacionalmente
El liderazgo talibán está aislado y sufre múltiples sanciones internacionales, incluido el bloqueo a los fondos internacionales. Esto ha limitado el acceso y llegada de ayuda o envío equipos rescate por parte otras naciones para ayudar a rescatar personas después del terremoto.
Algunos supervivientes aseguraron a EFE que pasaron días sin recibir asistencia y que, en algunos casos, el gobierno solo envió «picos y palas» para los rescates.
Sin un plan de reasentamiento, medios de vida, fuentes de agua, baños y refugios duraderos para las miles de víctimas del terremoto, la situación continúa siendo de emergencia en este país que ya enfrentaba una de las peores crisis humanitarias del mundo y se acerca al sufrimiento que deja el invierno helado.
«La situación de emergencia no debe durar mucho tiempo. Existe una gran necesidad de refugios a largo plazo, fuentes de agua, medios de vida, baños y otras facilidades para que la gente pueda sobrevivir», dijo otro trabajador anónimo.
Fatalidad tras el terromoto
Los terremotos del pasado sábado, con magnitudes de hasta 6.3 y réplicas considerables, devastaron unas 20 aldeas. Este es el tercer terremoto más mortífero que ha golpeado al país asiático desde 1998 y la peor catástrofe desde la toma del poder por parte los talibanes a mediados de agosto 2021.
En un balance preliminar, las autoridades calcularon más de 2.400 muertos y 2.000 heridos; sin embargo, posteriormente indicaron que las víctimas podrían ser más de 4.500 asegurando que todavía es muy difícil confirmar cuántas personas han fallecido.
El Gobierno talibán aseguró a EFE que hasta ahora se han identificado mil muertos.
Fuente: EFE